La producción ganadera en el Chaco paraguayo atraviesa un momento singular, marcado por condiciones climáticas altamente favorables, una disponibilidad de forraje excepcional y, al mismo tiempo, una escasez estructural de animales que plantea desafíos productivos y estratégicos hacia adelante. Así lo describió Egon Neufeld, productor ganadero y presidente de la Expo Rodeo Trébol, en diálogo con Valor Agregado por Radio Asunción 1250 AM.
Desde el punto de vista climático, el cierre de 2025 deja señales muy positivas. Neufeld destacó que el último invierno fue uno de los mejores que recuerda en términos de reservas hídricas, con una primavera que se adelantó y lluvias regulares que consolidaron el crecimiento de pasturas. “Puedo decir que hemos tenido uno de los mejores inviernos que yo me acuerdo en mi vida, si no es el mejor. La primavera entró temprano y con lluvias interesantes”, afirmó. Como ejemplo, señaló que en diciembre se registraron más de 220 milímetros en la zona de Filadelfia, con precipitaciones parejas y muy favorables tanto para la ganadería como para la agricultura.
Este escenario dejó campos con una oferta forrajera muy por encima del promedio, generando oportunidades productivas claras. “Los campos están con una pastura impresionante. Es un momento de recuperar pasturas degradadas y de hacer reservas. Hay gente que ya está haciendo fardos a esta altura del año”, explicó Neufeld, subrayando que el Chaco se encamina a un ciclo productivo con bases sólidas desde lo forrajero.
Sin embargo, el principal desajuste aparece del lado de la oferta de animales. La abundancia de pasto contrasta con la dificultad para poblar los campos. “No estamos consiguiendo poblar el campo. Todo lo que se ofrece en el mercado se compra”, señaló, describiendo un contexto de precios firmes y elevados, incluso con una revalorización de las hembras que meses atrás no tenían la misma demanda. “No hay otra opción: los precios están altos y hay necesidad”, resumió.
Esta menor disponibilidad de hacienda impacta directamente en la productividad por hectárea y anticipa un escenario de fuerte competencia por la reposición. Neufeld advirtió que la próxima zafra de terneros, a partir de marzo, tendrá una demanda muy intensa y precios sostenidos. “Al que tiene cría se le viene un año muy bueno. Para el invernador, en cambio, va a ser un año complicado, porque en la compra de la hacienda está gran parte del resultado económico”, explicó.
La reducción estimada de unos 300.000 terneros respecto a campañas anteriores no responde a un solo factor ni a un solo año. Según Neufeld, es la consecuencia de varios ciclos consecutivos de faena elevada de hembras, sequías previas y bajos índices reproductivos. “Si miramos los índices de faena, casi un 25% de las hembras que llegan a frigorífico están preñadas. Eso implica una pérdida embrionaria y fetal enorme”, advirtió, a lo que se suman años de sequía que redujeron la preñez y forzaron la venta de vientres.
El resultado es un stock ganadero que viene cayendo y cuya recuperación llevará tiempo. “Esto lo vamos a sentir este año y el que viene todavía. Recuperar y hacer crecer el rodeo ganadero paraguayo es urgente”, sostuvo Neufeld, marcando que el desafío ya no es solo climático o de precios, sino de eficiencia productiva. “Hay que agarrar un destornillador y una llave y apretar unos cuantos tornillos en relación a eficiencia”, graficó.
En síntesis, el Chaco ofrece hoy un contexto excepcional desde el punto de vista forrajero y climático, pero enfrenta una limitante clave en la disponibilidad de animales. El desafío para la ganadería pasa por capitalizar este buen momento ambiental, mejorar los índices reproductivos y productivos, y ordenar el crecimiento del stock para no desaprovechar una de las mejores ventanas productivas de los últimos años.
