Los ganaderos de la región Oriental se rediseñan cada día a la espera de las lluvias, a pesar de los volúmenes de agua que se registraron entre miércoles y viernes de la semana pasada, que fueron significativos para algunos y escasos para otros.

El ganadero e integrante de CREA Caazapá, Robert Giménez, dijo a Valor Agro que “la seca azota bastante porque estamos acostumbrados a altos niveles de lluvias”, y explicó que desde el 2012 al 2020 el promedio anual de precipitaciones fue de 1.668 milímetros.

Comentó que desde el periodo octubre a marzo debería llover en buena medida, sin embargo este año fue diferente y está impactando directamente en la producción: “La agricultura está totalmente perdida y la ganadería nos obligó a alivianar los campos, pero seguramente vamos a tener menos porcentaje de preñez”.

Los productores de Caazapá y departamentos vecinos están, en su mayoría, volcados al sistema de cría. Además, en las zonas bajas, en los últimos años comenzó a ganar más espacio la agricultura con la incorporación de tecnología.

Giménez contó que en enero del 2021 llovió en su campo 428 milímetros, mientras que entre diciembre del 2021 y enero del 2022 los acumulados no superan los 55 milímetros, de acuerdo a los registros previos a la lluvia de la semana pasada.

Entre el miércoles 26 y el jueves 27 de enero las lluvias sumaron 40 milímetros, aunque productores vecinos lograron episodios cercanos a los 100 milímetros.

El criador aseguró que la sequía va a influir en la futura producción de terneros. “La falta de agua va a repercutir en la preñez, en la ganancia diaria de peso y el desarrollo reproductivo de la reposición, en este caso de las carimbo 1”, apuntó.

La disparidad de las precipitaciones también se experimentó al norte de la Oriental. En Concepción “llegó la lluvia pero por parte”, contó a Valor Agro Sergio Ferreira, director de Arroba Remates y productor ganadero.

Comentó que algunas zonas del departamento recibieron más de 80 milímetros, pero a muy pocos kilómetros el agua fue escasa. “En mi campo solo llovió 5 milímetros”, apuntó.

Ferreira explicó que los campos de Concepción y la zona están sintiendo la sequía, que se arrastra desde el año pasado. “El pasto está muy golpeado y los tajamares están faltos de agua, hay gente que está bombeando de un lugar a otro. El problema no es solo el pasto, esperamos más lluvias significativas para recuperar lo perdido”, subrayó.

El empresario dijo que muchos ganaderos con hacienda lista o próxima a faena la están enviando a las plantas, aunque los precios hayan bajado en las últimas semanas.

También comentó que se está moviendo animales de las pasturas a campos naturales, y varios productores haciendo uso de los corrales de engorde. “La situación del confinamiento es compleja, porque la inversión es alta por el costo de la comida y el precio de venta es bajo, el negocio está fino”, cerró.

Los modelos meteorológicos marcan nuevos episodios de lluvias para las próximas horas que, de concretarse, serían muy positivos para el sector productivo.