La Asociación Rural del Paraguay (ARP), junto a los principales gremios representativos del sector productivo ganadero, expresó de manera terminante e indeclinable su rechazo absoluto a cualquier intento de avanzar en el levantamiento de la vacunación contra la fiebre aftosa en Paraguay.
La posición quedó plasmada en una nota formal remitida este pasado 24 de diciembre al presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Dr. José Carlos Martín Camperchioli, posterior a una reunión generalizada del sector, con convocatoria amplia y representación plena, y cuenta con la firma de todos los presidentes de los gremios ganaderos del país.
En el documento, la ARP es categórica al advertir que “persistir en este rumbo profundizará el conflicto, debilitará la institucionalidad sanitaria y pondrá en riesgo la credibilidad del país ante los mercados internacionales”.
Este documento también fue remitido a los ministerios de Agricultura y Ganadería e Industria y Comercio.
El texto subraya que la ganadería es uno de los pilares estructurales de la economía paraguaya, sosteniendo miles de productores, generando empleo, divisas y posicionando al país como un exportador confiable de carne al mundo.
En ese contexto, la ARP remarca con claridad que no se pueden tomar decisiones sanitarias de alto impacto sin el aval del eslabón productivo, señalando que es el productor quien asume los riesgos, invierte, cumple y responde ante las consecuencias. “No se puede ni se debe tomar ninguna decisión sanitaria de alto impacto sin el aval del eslabón productivo”, sostiene el documento.
Además, advierte que “el sector ganadero observa con extrema preocupación el accionar reciente del Senacsa y de su conducción, que ha dado señales claras de avanzar en definiciones unilaterales con motivaciones desconocidas, generando desconfianza, malestar y un quiebre innecesario en la relación con la producción”.
Para la ARP, este tipo de decisiones o señales, tomadas sin consenso, sin corresponsabilidad y sin participación activa del sector productivo, resultan inaceptables y contrarias al interés nacional, más aún en un tema considerado estratégico para la sanidad animal, la economía y la inserción internacional del país.
Falta de condiciones técnicas e institucionales
La nota enviada al Senacsa alerta que Paraguay no se encuentra hoy en condiciones técnicas, operativas ni institucionales para avanzar hacia un levantamiento de la vacunación bajo el esquema planteado.
Según el sector, hacerlo implicaría subestimar los riesgos sanitarios, ignorar la realidad productiva y poner en jaque uno de los activos más valiosos del país: su estatus sanitario.
“Pretender lo contrario implica subestimar los riesgos sanitarios, ignorar la realidad productiva y poner en jaque uno de los activos más valiosos del país”, afirma el texto.
Defensa del modelo de cogestión público-privada
Otro de los ejes centrales del posicionamiento es la defensa del modelo de cogestión público-privada, establecido por la Ley 808/96 y reconocido como una fortaleza del sistema sanitario paraguayo dentro y fuera del país.

La ARP advierte que desconocer este principio no es una diferencia de criterio, sino una ruptura institucional. “Desconocer este principio no es una diferencia de criterio: es una ruptura institucional”, señala la nota.
En esa línea, el sector dejó en claro que no acompañará ningún proceso de levantamiento de la vacunación que no esté basado en responsabilidad técnica real, consenso efectivo con la producción, respeto a la cogestión y garantías plenas para el complejo cárnico y el país.
“La sanidad animal no admite imposiciones”
El documento cierra con un mensaje contundente, que resume el espíritu del posicionamiento del sector ganadero paraguayo: “La sanidad animal no admite imposiciones. La producción ganadera no aceptará decisiones inconsultas. Paraguay no puede darse el lujo de retroceder”.
El pronunciamiento cuenta con las firmas del presidente de la ARP, Daniel Prieto Davey, del secretario general Martín Filártiga Lamar, y de los presidentes de los gremios de razas y del sector cárnico, consolidando una posición unificada y sin fisuras frente a un tema considerado estratégico para el presente y el futuro de la ganadería paraguaya.
