Uno de los principales diferenciales que explica el crecimiento y la competitividad del sector porcino paraguayo es el nivel genético alcanzado en la producción.

Actualmente, Paraguay trabaja con estándares equivalentes a los de los principales países productores del mundo, un logro que posiciona a la cadena en igualdad de condiciones técnicas con los grandes jugadores del mercado internacional, según indicó a Valor Agro Hugo Schaffrath, presidente de la Asociación de Criadores de Cerdos del Paraguay (ACCP).

“Hoy manejamos la misma genética que los grandes jugadores de la producción porcina mundial”, afirmó.

Esto permite que los sistemas productivos nacionales utilicen las mismas líneas genéticas que se emplean en Europa, Norteamérica, Brasil y otros polos líderes de la producción porcina mundial.

Este avance no es menor, ya que la genética impacta directamente en la eficiencia productiva, la conversión alimenticia y la calidad final de la carne.

Alegó que, a ello se suma un sistema de alimentación basado principalmente en maíz y soja, que contribuye a una producción homogénea y consistente, un atributo clave para los mercados más exigentes.

La combinación de genética de primer nivel, manejo técnico y condiciones sanitarias favorables explica la buena reputación de la carne porcina paraguaya en el exterior.

Mercados exigentes valoran especialmente la constancia en sabor, textura y calidad, aspectos que hoy la producción nacional puede garantizar gracias a una base genética alineada con los más altos estándares internacionales.

Señaló que un ejemplo concreto de este reconocimiento es Taiwán, principal destino de la carne porcina paraguaya y responsable de cerca del 80% de las exportaciones del sector.

Se trata de un mercado particularmente exigente en términos de calidad y sabor, que incluso dejó de importar desde otros países por no cumplir con sus preferencias.

“La carne paraguaya es muy apreciada en Taiwán. En términos de calidad estamos preparados para los mercados más exigentes como por ejemplo Corea y Japón que son mercados que anhelamos, pero necesitamos ser libres de aftosa sin vacunación”, manifestó.