Muy por el contrario a Paraguay, donde llevan años trabajando en el mejoramiento genético, la raza Santa Inés en Argentina está comenzando a mostrar su potencial, esperando ganar más adeptos que decidan incursionar en la cría de la raza.
En el marco de la Expo Nacional Santa Inés, el productor argentino Mauro Pintos habló acerca de la experiencia de comenzar a trabajar con este tipo de animal, y resaltó que aún “hay mucho por aprender y mejorar”. Para ello, se respaldaron en la importación desde Paraguay.
Sobre la adaptación de la Santa Inés, comentó que en la zona donde se encuentra su establecimiento, la temperatura es similar a la de Paraguay. No obstante, también registran descensos de 0°C a 3 °C , lo que los obliga a proporcionar refugio en invierno, especialmente a las crías.
“En los primeros días, ese cuidado es primordial. Es un animal muy rústico, pero no quiere decir que no se adapte; el frío y la lluvia, teniendo comodidades, el animal las sabe aprovechar. Es un animal que puede estar a campo, se adapta, pero siente el frio”, precisó.
En cuanto al campo del que disponen y la adaptación al clima, contó que se encuentran en una zona con facilidad para producir mucho alimento. En el campo salen a recrearse porque en el establecimiento producen su propia ración al contar con grano, disponen de silo de maíz y avena.
“La raza tiene un potencial muy grande. Es muy rústica, pero cuando el animal tiene una zona con condiciones adecuadas, te retribuye. Hemos tenido partos de quintillizos y de trillizos. Son animales con un potencial muy grande y en Argentina hay mucho por crecer”, apuntó.
Si bien la Santa Inés tiene sus orígenes en Brasil, la genética que brilla en Argentina fue introducida desde Paraguay por medio del productor argentino Sergio Taffarel.
“La importación desde Paraguay nos acortó el camino con King Kong, hijo de Helsinki. En nuestro caso, para iniciar la cabaña lo hicimos con un hijo de King Kong. Ahora tenemos un gran problema porque el tema de la consanguinidad nos obliga a buscar otras líneas, y al haber tan pocas cabañas en nuestro país, deberíamos buscar otra manera de incorporar nueva sangre”, detalló.
Consultado sobre si sería importante avanzar en una relación comercial y de intercambio de tecnología entre Paraguay y Argentina, dijo que “serviría mucho”, debido a que “existe una parte legal en cuanto a fronteras, cuarentenas y costos adicionales que lo hacen un poco complicado”.
“En nuestro caso, como una cabaña nueva y joven, no tenemos aún el volumen de animales PP para generar tantas divisas, pero sí tenemos animales puros por cruza”, indicó.
