Uno de los principales desafíos de la ganadería paraguaya sigue siendo la baja eficiencia reproductiva, con un índice que ronda el 50%. Así lo afirmó el asesor genético de establecimientos ganaderos Elías Saad, quien instó a los ganaderos a apostar por genética comprobada y mejorar la toma de decisiones en los establecimientos.
“Nuestra eficiencia productiva en Paraguay ronda el 50%, lo cual es muy bajo. Eso es algo que debemos cambiar. Siempre recomiendo que se compren toros de feria, pero que sean toros probados”, afirmó.
Explicó que muchos productores aún utilizan como toros reproductores animales sin ninguna evaluación andrológica, ya sea propios o prestados de vecinos. Estos toros no están probados, ni certificados como superiores, lo que impacta directamente en los resultados reproductivos del país.
“Eso afecta directamente y se traduce a una baja eficiencia. Siempre instamos a los productores a que inviertan en animales probados, que realmente puedan mejorar los índices reproductivos y, con ello, los resultados a nivel país”, subrayó.
También se refirió al escenario actual, que, en términos generales, muestra un clima favorable. Estamos ingresando a un invierno húmedo, lo cual es sumamente positivo, ya que reduce el riesgo de incendios, mitiga los efectos de las heladas y, en consecuencia, permite una recuperación más rápida de los campos.
Gracias a esta mejora en las condiciones, los animales pueden entrar a un servicio reproductivo en mejores condiciones, lo que facilita el manejo y mejora las perspectivas de productividad, según indicó a Valor Agro Elías Saad, asesor genético de establecimientos ganaderos y propietario de Saad Mejoramiento Genético.
“Estamos ya a las puertas del servicio, y se espera que el clima nos acompañe para poder ingresar temprano al servicio, alcanzar un buen índice y, por ende, apuntar a aumentar nuevamente el hato”, destacó.
En cuanto al aspecto económico, Saad destacó que el reciente repunte en los precios del ganado fue un gran estímulo para los productores:
“Hace unos dos meses tuvimos el precio que realmente merece el productor. Eso alienta mucho. El ganadero siempre invierte, incluso cuando los precios son bajos. Siempre está pensando en el futuro”, señaló.
Finalmente, insistió en la necesidad de contar con precios más estables a lo largo del año.
“Uno de los déficits de la ganadería es la falta de previsibilidad. Si se lograra mantener un precio equilibrado durante todo el año, sería mucho más fácil invertir y ejecutar todos los objetivos anuales. Siempre tenemos metas, pero muchas veces no se pueden cumplir debido al precio del momento”, afirmó.