La ganadería paraguaya transita una etapa clave. Con buenos precios, campos recuperados y un mercado que demanda cada vez más calidad, el desafío está en capitalizar la coyuntura con eficiencia y gestión: Es un momento para apostar a producir más terneros y más kilos por unidad animal”, analizó Jesús Larré, director de Grupo Gecal, en diálogo con Valor Agregado por Radio Asunción 1250 AM.
Para Larré, el escenario actual es la consecuencia de varios años de sequía y venta de hembras, que derivaron en una escasez significativa de terneros. “Hoy estamos llegando al punto cumbre de esa deficiencia. Hay una gran falta de terneros para abastecer a los invernadores”, explicó.
Con los precios del ternero en niveles históricamente altos, Larré aseguró que la hacienda joven seguirá siendo escasa para cubrir la demanda de los próximos años. “Los precios de la cría están en un momento espectacular. Creo que se van a mantener, porque la cantidad de carimbo 6 no será suficiente para cubrir la demanda de machos que necesita el sistema”, comentó.
La falta de oferta, según Larré, genera una oportunidad para el criador: “El criador está en una posición inmejorable. Este es el momento de trabajar con eficiencia, de gestionar mejor el rodeo y apostar a tecnologías que permitan maximizar la productividad por vientre. Es el momento de invertir”.
Retención de hembras e inversión en genética
El director de Gecal destacó la actitud de los productores, que están respondiendo al contexto con visión de largo plazo. “La reacción del criador es muy positiva. Se está reteniendo hembras, se adelantaron los servicios, se está inseminando más. Hay productores que hacen dos inseminaciones por vaca”, indicó.
Según explicó, hoy una preñez cuesta entre 7 y 8 kilos de ternero, un valor que hace de la inseminación una herramienta accesible y estratégica. “Aplicar genética es totalmente lógico. Entre un ternero de inseminación y uno de monta natural hay una diferencia de 15 a 20 kilos al destete. Esa diferencia es rentabilidad pura”, subrayó.
Para Larré, la incorporación de genética y tecnologías reproductivas debe verse como una inversión, no como un gasto. “El criador que aproveche este momento va a capitalizarlo durante varios años. Es una oportunidad de crecimiento real”.
Un mercado más exigente y una genética más valorada
Desde Gecal, el trabajo con criadores les permite percibir una evolución clara en la demanda del mercado. “Hoy el invernador busca genética. Hay una gran diferencia para quien ofrece un ternero de calidad. Los animales con buena genética tienen mercado asegurado, incluso con contratos adelantados para la zafra del próximo año”, sostuvo Larré.
El empresario remarcó que el criador con genética sólida y datos productivos consolidados tiene ventaja. “La genética paraguaya está siendo cada vez más valorada regionalmente. Los productores están buscando toros con evaluaciones en peso al destete, peso final y datos de carcasa. Es una tendencia muy positiva”, afirmó.
Un sistema que debe equilibrarse
Aún con la euforia del momento, Larré advirtió sobre la necesidad de mantener equilibrio entre los eslabones. “El mercado no puede estirarse demasiado. Si la brecha entre el precio del ternero y el del gordo se amplía mucho, se complica el sistema. El equilibrio es fundamental para la sustentabilidad del negocio”, señaló.