El 2025 presentó un panorama mixto para la ganadería paraguaya: mejores precios respecto al año anterior y una demanda internacional sostenida, junto con desafíos internos que ponen en evidencia la necesidad de fortalecer la coordinación entre todos los actores del sector. Mientras el hato sigue su proceso de recuperación y el clima marca los ritmos productivos, el sector enfrenta el desafío de consolidar su competitividad y base productiva.
De cara a 2026, se proyecta un escenario optimista, con precios relativamente firmes en los próximos años, lo que abre oportunidades para inversiones estratégicas y para reforzar los eslabones más débiles de la cadena productiva mediante un trabajo conjunto y planificado.
En conversación con Valor Agro, José Costa, productor ganadero, realizó un balance del año y remarcó que el 2025 fue “mucho mejor que el año pasado”, especialmente para la categoría de desmamantes, que mostró precios más estables.
Sin embargo, advirtió que la situación del ganado terminado no tiene la misma estabilidad. “El gordo no tiene estabilidad ni precios demasiado buenos en este momento”, pese a que llegó a cotizar cerca de los US$ 5.
Costa cuestionó la decisión de algunos frigoríficos de traer costilla importada desde Brasil. “Creo que no es la solución. Acá hay suficiente oferta de ganado como para que estén importando costillas”.
Para el productor, este tipo de medidas evidencian la urgencia de un espacio formal de coordinación. “La industria y la producción tienen que sentarse a hablar; el problema va a ser para ambos”, manifestó.
El productor insistió en que el desarrollo del sector depende de la construcción de consensos, tal como ocurre en otros rubros. “En granos se han logrado mercados importantes gracias al diálogo permanente entre industria, productor y exportador”.
En ganadería, considera indispensable replicar esa experiencia, ya sea mediante el Instituto de la Carne o una mesa de trabajo permanente. “De que tiene que lograrse un diálogo, tiene que lograrse”, expresó.
Aunque reconoce que no participa directamente del día a día en las negociaciones, Costa asegura que el sector primario sí muestra apertura.
Desafíos inmediatos para el productor. Mirando hacia el corto plazo, Costa identifica tres prioridades esenciales para mejorar la base productiva. “Número uno, cuidar la salud animal; número dos, trabajar en la trazabilidad; y número tres, mejorar la productividad”. A su juicio, estos son los “tres eslabones” que deben atenderse para fortalecer la producción primaria.
Perspectivas. Pese a las fluctuaciones actuales, Costa se muestra optimista para el mediano plazo. “Tenemos visibilidad de que en los próximos tres años vamos a tener precios bastante firmes”. Bajo ese escenario, ve un momento oportuno para invertir y apuntalar los eslabones productivos más débiles.
