En la ganadería paraguaya se observa una transformación silenciosa pero contundente: la valorización de las hembras como base del crecimiento productivo. Cada vez más productores están orientando sus inversiones hacia vientres de calidad, respaldados por datos genéticos y tecnología reproductiva, para acelerar la producción de terneros superiores.
Bruno Wasmosy, propietario de Goya SA y vicepresidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Nelore, explicó a Valor Agro que se está dando un cambio cultural en el negocio: “Anteriormente se compraban toros por necesidad, sin evaluar demasiado. Hoy el productor busca reproductores de alta calidad y, sobre todo, hembras con información y con tecnología. Muchos prefieren adquirir dos o tres individuos de élite y, mediante transferencia embrionaria, logran un salto genético en muy corto tiempo”.
Esta tendencia responde a una necesidad concreta: la pérdida de vientres en los últimos años. Para Wasmosy, la tecnología es la vía más rápida de recuperar stock y al mismo tiempo mejorar la calidad: “El mercado entiende que con una buena base de hembras y el uso de herramientas modernas, se acelera la producción de terneros de alto valor y se asegura un crecimiento sostenible”.

Bruno Wasmosy, propietario de Goya SA
La demanda ya se refleja en los precios. Vaquillas registradas, preñeces y embriones se cotizan con fuerza, impulsados por productores que buscan comenzar o reforzar sus programas con genética probada. “Los clientes que apuestan por hembras de élite no dudan en pagar más porque saben que esa inversión se multiplica en la próxima generación”, señaló Wasmosy.
El empresario remarcó que este fenómeno también se percibe en el mercado de terneros: “Los desmamantes con respaldo tecnológico alcanzan precios diferenciales. Eso obliga al productor a seleccionar mejor lo que vende y al comprador a invertir en calidad”.
La apuesta por hembras de calidad y el uso de biotecnología ganadera marcan así una nueva etapa en la producción nacional, donde el objetivo no es solo crecer en número de animales, sino en eficiencia, velocidad de respuesta y competitividad en los mercados.