Tras años marcados por la incertidumbre climática y las fluctuaciones del mercado, el sector ganadero vivió en 2025 un escenario distinto, caracterizado por mayor estabilidad y mejores condiciones productivas. Con este panorama favorable, los productores encaran el cierre del año con optimismo y con la mirada puesta en fortalecer la sostenibilidad y la innovación de cara al 2026.
Johanna Bottrell, ganadera y miembro directivo de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), destacó que este fue un año distinto, en el que se combinaron factores favorables que dieron un respiro al productor.
“El 2025 fue un año atípico, pero positivo. No tuvimos sequías, los precios se mantuvieron firmes y eso benefició directamente a los ganaderos”, señaló.
Explicó que el buen clima permitió una producción estable y de calidad, mientras que el mercado respondió con valores sostenidos tanto en la carne bovina como en los desmamantes. “La carne se mantuvo en un precio ideal, lo que repercutió favorablemente en toda la cadena, desde el productor hasta la industria frigorífica”, expresó.
En el rubro ovino, el balance también fue alentador gracias a la apertura de nuevos mercados internacionales. “Seguimos celebrando el ingreso a destinos como Israel. La industria se fortaleció y los frigoríficos acompañaron con precios estables”, destacó. Según Bottrell, estos logros se reflejan no solo en el bienestar del productor, sino también en los ingresos fiscales y en la sostenibilidad del negocio ganadero.
Mirando hacia adelante, el desafío será mantener la estabilidad y apostar por la modernización del sistema productivo.
“El 2026 debemos encararlo con innovación, sin dejar de invertir. El ganadero es resiliente y siempre apuesta al campo, incluso en los momentos difíciles”, subrayó.
La previsibilidad, el acceso a financiamiento y el respaldo estatal aparecen como pilares claves para sostener el crecimiento del rubro. “Necesitamos reglas claras y apoyo del gobierno para continuar desarrollando la ganadería de manera sostenible”, enfatizó.
Con una demanda internacional en expansión y una oferta global más limitada, el escenario para el próximo año luce prometedor.
“Cerramos un 2025 con objetivos cumplidos y bases firmes. Si mantenemos la innovación y el acompañamiento institucional, el 2026 puede ser un año de grandes oportunidades para el sector”, concluyó Bottrell.
