La subida de aranceles del presidente estadounidense Donald Trump contra varios países y la respuesta de China, con aranceles del 34% a productos estadounidenses, sacudirán el mercado mundial de la carne. Uno de los principales efectos debería ser el aumento de la demanda china de carne brasileña, lo que tiende a elevar los precios en el mercado interno, con impactos en la inflación de alimentos, dijeron analistas a Valor.
Al igual que Brasil, Estados Unidos exporta carne de res, cerdo y pollo a China, y el impuesto del 34% sobre los productos estadounidenses tiende a hacer que los productos brasileños sean más competitivos.
Fernando Iglesias, analista de Safras & Mercado, cree que la carne de cerdo brasileña es la que tiene más posibilidades de sustituir a la estadounidense en China. Pero la carne de vacuno y de pollo también podrían ganar más espacio en el país asiático. “Ya se esperaba que las exportaciones de Brasil alcanzaran un récord en 2025 para las tres carnes, y esta situación del mercado hace que la situación sea aún más favorable”, dijo.
Según publicó Globo Rural, con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Safras estima un aumento del 7% en las exportaciones totales de carne de cerdo este año, hasta 1,5 millones de toneladas. Para el pollo y la carne de res, la proyección es de avances de 5,24% y 2,29%, respectivamente. Se espera que los envíos totalicen 5,43 millones de toneladas de pollo y 4,28 millones de toneladas de carne de res.
Este aumento de las exportaciones, sin embargo, tendrá un impacto en los precios internos. “Con un flujo exportador tan fuerte, sí, lo más probable es que la carne siga presionando las tasas de inflación en Brasil”, reconoció.
Para la directora de la consultora Agrifatto, Lygia Pimentel, la guerra comercial podría paralizar el comercio de carne de EE.UU. a China o reducir significativamente los negocios. “Dado que Brasil es el principal proveedor de materias primas, ciertamente será positivo para nosotros”, dijo, y agregó que Estados Unidos es el tercer mayor proveedor de carne de cerdo a China, detrás de España y Brasil.
También cree que la demanda adicional tiende a elevar los precios para los consumidores finales en el mercado brasileño.
Al ser cuestionado sobre el tema, el presidente de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), Ricardo Santin, dijo que los impactos en los precios internos del pollo y del cerdo serían limitados, ya que es posible aumentar la producción.
“Ya esperábamos un mayor crecimiento en el mercado interno que en las exportaciones, y ahora podemos ajustar esto. No vamos a exportar productos del mercado interno. Podemos implementar otras estrategias, como aumentar la oferta o el peso de los animales”, dijo el representante de las industrias avícola y porcina.
Según Santin, la guerra arancelaria debería provocar reordenamientos en el comercio internacional de la carne. Con la imposición de impuestos por parte de China, Estados Unidos puede buscar otros compradores, así como los brasileños pueden empezar a enviar más carne al mercado chino si éste resulta más atractivo que otro importador. Se espera que este movimiento sea más intenso en la segunda mitad del año, pues ya se han cerrado contratos para los próximos meses.
Además de los reajustes, otro efecto de los aranceles debería ser el aumento de los precios de la carne en el mercado internacional, según Santin.
João Figueiredo, analista de Datagro Pecuária, destaca que si los precios internos de la carne en EE.UU. ya eran altos, “ahora serán aún más altos”.
Los “aranceles recíprocos” anunciados por la administración Trump el miércoles pasado establecen un recargo mínimo para prácticamente todos los socios comerciales de Estados Unidos. En el caso de Brasil, fue del 10%. Para China, un 34%, y para la Unión Europea, un 20%.
China respondió con un arancel del 34% sobre las importaciones de todos los productos estadounidenses. Según la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de China, la medida entrará en vigor el próximo jueves (4/10).
Como parte de las medidas de represalia contra Estados Unidos, China ha suspendido las importaciones de productos de pollo de dos empresas estadounidenses: Mountaire Farms of Delaware, Inc. y Coastal Processing, LLC. Según un informe en el sitio web de la Administración General de Aduanas, la medida tiene como objetivo proteger la salud de los consumidores después de que en varias ocasiones se detectara un medicamento prohibido, la furacilina, en productos de pollo.
También se suspendieron los productos de harina de pollo y huesos de American Proteins Inc., Mountaire Farms y Darling Ingredients Inc. Además, Beijing suspendió la licencia de C&D (USA) Inc. para exportar sorgo al mercado chino.