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“La mente del productor cambió y hoy estamos enfocados en aplicar tecnología”

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“La mente del productor cambió y hoy estamos enfocados en aplicar tecnología”

La ganadería paraguaya vive una transformación profunda, no solo en infraestructura o genética, sino en el eje más importante del cambio: la mentalidad del productor. Así lo afirma Natalia Viveros, productora y referente del sector, quien asegura que hoy el campo piensa distinto, produce distinto y proyecta un futuro con más visión, planificación y tecnología.

“Creo que estamos encaminados. En aplicar tecnología. Ya cambió la mente del paraguayo. Antes estábamos con la vieja escuela, de tirar animales al campo que coman y después se venden. Hoy en día estamos aplicando muchísima tecnología para poder seguir todos los detalles que implica producir desde cero: desde el ternero hasta lo que sale al gancho”, afirmó en entrevista con Valor Agro.

Además, destacó que, en un contexto de fuerte demanda y precios récord para el ganado, se proyecta un futuro alentador para la ganadería paraguaya. Aunque reconoce que aún existen desafíos estructurales, especialmente para los pequeños productores, sostiene que Paraguay, con calidad genética, tecnología y un trabajo conjunto, seguirá escalando el ranking de los principales exportadores de carne del mundo.

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“Aunque somos un país chico, me animo a decir que vamos encaminados a ser los mayores exportadores de carne del mundo. Yo creo que podemos llegar a eso, y aparte, tenemos carne de calidad, que es lo importante”, afirmó en diálogo con Valor Agro.

Según Viveros, el 2025 se perfila como un año con balance positivo. El precio del ganado en pie y al gancho ha aumentado de forma significativa, reflejo de una demanda sostenida en el mercado.

“Hace dos años festejábamos a 14.000 guaraníes el kilo del desmamante. Hoy en día no encontrás por menos de 25.000. Significa que hay demasiada demanda”, explicó.

Este escenario, sin embargo, no está exento de complicaciones. “Tiene su lado positivo por el tema del precio del ganado, pero también su lado negativo, porque necesitás más dinero para invertir y poder adquirir ganado para seguir produciendo”, señaló.

La sequía de años anteriores aún impacta, especialmente en regiones como el Chaco, donde se concentra la actividad de cría. “El clima en los años anteriores no nos ayudó a los productores. Mucha gente tuvo que desligarse de sus vientres”, recordó.

En este contexto de recuperación, destacó el papel central de la biotecnología reproductiva como palanca para reconstruir la base ganadera del país.

“Estamos en época de inseminación, y mucha gente está full justamente inseminando y produciendo para poder levantar nuestro hato ganadero, porque como todos sabemos, bajó”, comentó.

La empresaria señaló que su propia experiencia en el trabajo con genética de alto nivel está enfocada a este objetivo, buscando mejorar los índices productivos con animales de mayor conversión y rendimiento al gancho.

Para Viveros, la modernización del campo es una realidad, aunque no es equitativa.

“Creo que estamos encaminados en eso, en aplicar tecnología. La mente del paraguayo cambió. Antes estábamos con la vieja escuela, de tirar animales al campo que coman y después se venden. Hoy en día estamos aplicando muchísima tecnología para poder seguir todos los detalles que implica producir desde cero: desde el ternero hasta lo que sale al gancho. “Hoy en día el productor sabe que sin tecnología no hay carne de calidad”, sostuvo.

Sin embargo, hizo una fuerte advertencia sobre la falta de acceso a herramientas y formación para los pequeños productores, que siguen siendo mayoría en el país.

“Falta ver la manera de ayudarnos entre todos. No todos tienen la capacidad económica de pagar cursos o adquirir esa tecnología”, advirtió.

Viveros citó como ejemplo el sistema SIAP, impulsado para mejorar el control y trazabilidad en el sector ganadero, pero con un alto costo de implementación para pequeños establecimientos.

“Me parece súper bien que se haya puesto eso, pero el bastón que tenés que tener a la larga tiene un costo súper alto. No todos los productores pueden pagar eso”, expresó.

A su criterio, es necesario buscar formas de reducir los costos de acceso a la tecnología o implementar programas de subsidio o financiamiento blando para permitir que más productores se incorporen al sistema productivo moderno.

“Debemos ayudarnos entre todos y podemos tener mejor calidad de carne gracias a la tecnología”, agregó.

Uno de los principales obstáculos para avanzar hacia un sistema más tecnificado es el riesgo climático, sobre todo en regiones vulnerables como el Chaco.

“Falta esa contribución. Y de repente, no se quieren arriesgar a sacar un préstamo por los riesgos. Al menos hacia el Chaco, que te viene una sequía y podés perder mucho”, manifestó.