El mercado internacional de la carne avanza hacia 2026 con señales de estabilización y un fortalecimiento del Mercosur como bloque exportador. Así lo analiza Miguel Gularte, CEO Global de MBRF, quien en diálogo con Valor Agregado Uruguay repasó el rol de Brasil tras recuperar acceso a Estados Unidos, el peso de China en la formación de precios y las perspectivas para la región en un contexto de demanda global firme.

Un escenario que se aclara para Sudamérica

Según Gularte, la región entra en un período de mayor previsibilidad después de meses marcados por incertidumbres regulatorias. “Todo lo que traía un poco de incertidumbre se empieza a despejar: el tema de los aranceles de Brasil en Estados Unidos y las salvaguardias en China”, afirmó.

A esto se suma un clima favorable en varios países del Mercosur, lo que permitió cerrar un 2025 con buena oferta y comenzar el nuevo ciclo con tranquilidad.

Para el ejecutivo, la mayor virtud actual del Mercosur es la diversificación de mercados. “Hoy tenemos destinos de exportación los más diferentes posibles, con una muy buena demanda. Esa capilaridad no la teníamos en el pasado”, destacó.

Esa amplitud comercial, explicó, fortalece al bloque y reduce la dependencia de un solo comprador.

Brasil recupera espacio en Estados Unidos

La eliminación del arancel adicional del 40% devuelve a Brasil la competitividad que había perdido durante siete meses de restricciones. Esto reposiciona a Estados Unidos como un destino nuevamente viable para la industria brasileña, que regresa al régimen de cuota para terceros países.

“Brasil vuelve a tener Estados Unidos como una opción real. En un negocio donde la demanda supera a la oferta, tener más opciones siempre es positivo”, indicó Gularte.

En cuanto al comportamiento de precios, el CEO evitó proyecciones contundentes. “Con tantas variables en movimiento es muy difícil clavar lo que va a ser el precio en 2026. Pero no deberíamos esperar cosas muy distintas a 2025”, sostuvo.

Estados Unidos: protagonista en un ciclo de ajustes

Para el Mercosur, Estados Unidos sigue siendo un actor estratégico. Gularte señaló que el mercado norteamericano atraviesa un proceso de reacomodamiento, con señales mixtas que influirán en 2026: retención de ganado, descenso del precio de la carne, cierres de plantas y una disputa intensa por el abastecimiento.

“Estamos en un mercado donde la demanda va a superar la oferta, y eso siempre deja buenas expectativas”, remarcó, sin descartar que la interna estadounidense pueda generar oscilaciones a corto plazo.

China: la incógnita más sensible del 2026

La prórroga de 60 días para definir si aplicará o no salvaguardias mantiene en alerta al Mercosur. Sin embargo, para Gularte el mercado chino seguirá siendo determinante para la región.

“China va a seguir siendo un destino muy relevante. Lo que hay que entender es si habrá impuesto, cuánto será y si será para todos. Si las condiciones de competitividad son iguales para todos los países, Sudamérica mantiene su fortaleza”, explicó.

El ejecutivo también subrayó que existe una interdependencia entre China como comprador y Sudamérica como proveedor. “No es bueno para ninguna de las partes trabajar bajo salvaguardias”, afirmó.

Brasil: menos oferta y más consumo interno en 2026

Mirando hacia el año que viene, Gularte anticipa una reducción en la oferta de ganado en Brasil luego de faenas muy elevadas en 2024 y 2025. Las estimaciones varían ampliamente, entre 4 % y 10 %, pero el ejecutivo asegura que la tendencia es clara.

“Vamos a ver una disminución de la producción de carne vacuna. A eso se suma que 2026 es un año electoral en Brasil, y en años de elecciones circula más dinero y crece el consumo interno”, señaló.

El fenómeno se refuerza con el avance de las dietas ricas en proteínas, que impulsan la demanda de carne vacuna, porcina y aviar dentro del país.

El Mercosur como bloque competitivo

Gularte reafirmó que el Mercosur seguirá siendo un proveedor decisivo de proteína animal a escala global. “Sudamérica continúa siendo extremadamente competitiva. Tenemos volumen, solvencia sanitaria y capacidad para operar en los mejores nichos de mercado”, expresó.

En su síntesis final, Gularte planteó un escenario sin grandes sobresaltos. “Los señales que vemos para 2026 no muestran sorpresas ni cambios importantes. La demanda va a seguir ocurriendo y en un mercado donde la demanda supera la oferta, las expectativas siempre son buenas”, apuntó.

Con Estados Unidos reordenando su ciclo, China definiendo su política de salvaguardias y Brasil ajustando su oferta, el Mercosur llega al nuevo año con un rol fortalecido y con un mercado global que sigue necesitando proteína.