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La reposición cierra un año de precios récord y anticipa un 2026 firme y disputado

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La reposición cierra un año de precios récord y anticipa un 2026 firme y disputado

El mercado de la invernada atraviesa el cierre de 2025 con señales claras de fortaleza, impulsado por una demanda sostenida, una oferta ajustada de categorías jóvenes y un contexto climático que juega a favor del productor. Así lo analizó Miguel Rojas, director de Invernada S.A., tras el último remate del año, que volvió a confirmar el pulso firme de la reposición.

Entrevistado en Valor Agregado, Rojas dijo que la escasez de terneros comienza a sentirse con mayor intensidad. Según el operador, el mercado ya descuenta una menor disponibilidad de animales jóvenes para la próxima zafra, con estimaciones que hablan de unos 300.000 terneros menos, una situación que tensiona aún más los valores.

“Fue un año complicado en términos de oferta, sobre todo para los desmamantes carimbo 5, pero al mismo tiempo tuvimos precios récord que compensaron esa falta de volumen”, explicó.

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En el último remate de Invernada S.A., los valores dejaron en evidencia ese escenario. Las hembras desmamantes carimbo 5 superaron los 22.500 guaraníes por kilo en algunos lotes de carga cerrada y marca líquida, mientras que los machos desmamantes arrancaron por encima de los 26.000 guaraníes y cerraron cerca de los 28.000, con fuerte puja entre compradores.

“Hay una demanda insatisfecha muy clara en la reposición, y creo que ese comportamiento se va a repetir en la próxima zafra”, afirmó Rojas.

Clima, pasto y presión compradora

Más allá de los fundamentos productivos, el clima aparece como un factor determinante en la dinámica del mercado. Las lluvias generalizadas, tanto en el Bajo Chaco como en el Chaco Central, están generando una elevada oferta forrajera que empuja la necesidad de cargar los campos.

“Entramos al verano con mucho pasto. Hoy hay lluvias de 80 milímetros en el Bajo Chaco y entre 50 y 60 milímetros en el Chaco Central. Esos campos tienen que ser ocupados, y eso explica gran parte del comportamiento de los precios”, sostuvo.

Esta combinación de buena disponibilidad forrajera y necesidad de ocupación de campos mantiene activa la demanda, no solo en los remates de Invernada S.A., sino en todo el mercado.

“Hay mucha puja en todos los remates. Eso se siente y se ve”, agregó.

Una relación flaco–gordo fuera de los parámetros históricos

Uno de los puntos más relevantes del análisis de Rojas es el desajuste en la relación entre la reposición y el ganado gordo, que hoy se encuentra por fuera de los rangos históricos.

“La relación reposición–gordo siempre estuvo en torno al 10% o 20%, y hoy no se está comportando así. Si relacionamos el gordo con la hembra, deberíamos estar en 19.000 o 20.000 guaraníes, y hoy la hembra arranca en 22.000 o 22.500. El macho está arriba de 25.000 y puede llegar a 30.000”, detalló.

Para el director de Invernada S.A., este desequilibrio no parece tener una corrección rápida en el corto plazo, especialmente si el clima continúa acompañando.

“No veo que esta situación se acomode el año que viene. El clima va a seguir siendo un factor clave y va a sostener este nivel de precios”, remarcó.

El 2026: un año firme, exigente y con márgenes bajo análisis

De cara a 2026, Rojas anticipa un escenario muy similar al actual, con un mercado peleado, precios firmes para la reposición y una industria que deberá acompañar para mantener el equilibrio del negocio.

“Va a ser un año parecido a este. Ojalá que la industria acompañe, porque siempre es una incertidumbre. Venimos de una baja de más del 10% en los precios industriales y con un dólar que no ayuda”, advirtió.

En ese contexto, la reposición seguirá siendo protagonista, empujada por la necesidad de inversión y por establecimientos que dependen del apalancamiento financiero.

“Hay campos que tienen que cargar, engordar e invertir para cumplir con sus compromisos. Por eso creo que el comportamiento de precios va a seguir siendo muy firme”, concluyó.

Con una oferta limitada, buena disponibilidad de pasto y una demanda que no muestra señales de aflojar, el mercado de la invernada se encamina a un 2026 desafiante, donde la relación flaco–gordo seguirá bajo la lupa y la industria tendrá un rol clave para sostener el equilibrio del sistema.