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“Lo que buscamos es producir un animal funcional a campo”

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“Lo que buscamos es producir un animal funcional a campo”

Ubicado en el corazón del Chaco Central, Tamyca Laguna Capitán cumple una función clave como proveedor de genética adaptada al ambiente chaqueño y como modelo de producción para los sistemas ganaderos de carne y leche en el Chaco paraguayo. En un entorno desafiante, el centro apuesta por una genética verdaderamente funcional, desarrollada y probada en condiciones reales de campo.

Tamyca se apoya en herramientas técnicas como los DEP, la ultrasonografía, y el análisis de datos históricos desde los años 70, incorporando más recientemente la genómica. “Uno de los objetivos prioritarios es siempre tratar de mejorar esa genética funcional a campo. Nosotros creemos que como productores de genética es nuestra obligación tener datos a mano, para que el comprador pueda seleccionar mejor el animal, el semen o el embrión que necesita para su entorno”, indicó a Valor Agro Wenders Giesbrecht, administrador de Tamyca.

¿Cómo describirían la evolución de la genética animal en los últimos años?

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En términos generales, la genética animal ha tenido avances bastante significativos en los últimos años. Hoy, nuestros compradores, principalmente los socios de la cooperativa muestran un mayor interés por la genética. Cada vez es más importante para ellos invertir en un mejor toro, con el objetivo de lograr avances concretos en sus hatos, ya sea en la reposición de vaquillas, la venta de desmamantes con mejor rendimiento de carcasa, o en la mejora general de la productividad.

En nuestro caso particular, herramientas como el DEP (Diferencia Esperada de la Progenie) han sido fundamentales para establecer criterios de selección más precisos. También utilizamos la ultrasonografía, especialmente para evaluar características como el área de ojo de bife, aunque su uso todavía es más limitado. Además, contamos con un sistema informático en el que venimos registrando datos desde los años 70. Ese historial nos ha permitido generar informes valiosos que nos ayudan a tomar decisiones fundamentadas para seguir mejorando nuestra genética.

¿Cuál es el rol del Centro Genético dentro de la Cooperativa Chortitzer y cómo contribuyen al mejoramiento genético regional y nacional?

Nuestro principal objetivo es producir un animal funcional a campo. Nos interesa más desarrollar animales que respondan bien en condiciones reales, especialmente para aquellos productores que no suplementan mucho. Buscamos una genética que sea productiva a pasto, en sistemas extensivos, más allá de las exposiciones. Nuestro enfoque está puesto en la eficiencia y adaptabilidad a campo. Operamos en una zona de transición hacia áreas bajas del Chaco, con suelos en parte salinos y condiciones ambientales desafiantes. Sin embargo, creemos que esta es una zona ideal para producir terneros y genética de alta calidad, precisamente porque al estar bien adaptada aquí, esa genética puede rendir incluso mejor en otras regiones con condiciones más favorables.

Por eso, uno de los pilares de nuestro trabajo es seleccionar animales con frame moderado, muy bien adaptados a entornos exigentes, incluso zonas inundables. Desde nuestra experiencia, si un animal funciona en estas condiciones, tiene muchas más probabilidades de ser eficiente en cualquier otro sistema. Hay que tratar de producir tu genética en las peores condiciones posibles, porque así sabes con certeza que te va a funcionar en otras partes también.

¿Cómo trabajan desde el centro para adaptar la alta calidad genética a los sistemas productivos del Chaco?

Creemos que todo parte de los criterios de selección que cada productor aplica en su hato. No es lo mismo desarrollar genética en una zona con condiciones ideales que en un ambiente más exigente como el Chaco. Son realidades distintas, y por eso cada productor debe elegir genética que esté adaptada a su entorno específico. Por ejemplo, si criás un animal en una zona muy productiva y luego lo llevás a un terreno bajo o inundable, es probable que no tenga el mismo desempeño. En cambio, si la genética se produce desde el inicio en condiciones más difíciles, como las nuestras, ese animal tiene más chances de adaptarse bien en otros sistemas, incluso en mejores suelos.

Como productor de terneros, tengo claro que necesito elegir animales que realmente funcionen en el ambiente donde trabajo. Y eso es fundamental, cada productor debe conocer bien su realidad, su campo, sus limitaciones y sus metas. Saber qué le funciona y hacia dónde quiere llegar es clave para tomar buenas decisiones genéticas.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la ganadería actual en cuanto a genética?

Uno de los desafíos más grandes es mantener la eficiencia en sistemas de producción más difíciles, donde muchas veces las mejores tierras ya están ocupadas por la agricultura. Entonces, tenemos que demostrar que la ganadería puede funcionar incluso en las zonas más bajas, más complicadas. Además, es un desafío lograr que el productor entienda qué criterios debe utilizar para seleccionar la genética adecuada. No se trata solamente de comprar un toro, sino de saber qué le va a funcionar en su sistema, bajo sus condiciones.

¿Cuáles son los objetivos prioritarios del centro para seguir mejorando la eficiencia de los sistemas ganaderos?

Uno de los objetivos prioritarios es siempre tratar de mejorar esa genética funcional a campo. Siempre ofreciendo un buen material genético, y nos basamos mucho en datos, trabajamos fuertemente con DEP, con ultrasonografía, y también ahora enviamos los primeros datos en Brahman y en lechería, para análisis genómicos.

Creemos que eso es la base. Y esos datos, como productores de genética, es nuestra obligación tenerlos a mano, para que el comprador pueda seleccionar mejor el animal, el semen o el embrión que necesita para su entorno. Y así, mejorar su productividad a campo, su eficiencia por hectárea. Como productores de genética, no podemos pensar solamente en las ventas o los ingresos, sino también en que nuestro país, Paraguay, llegue a trabajar de forma efectiva las hectáreas de pasto disponibles. Sabemos que una gran parte de los buenos terrenos va a la agricultura, y lo que queda para la ganadería muchas veces son zonas más bajas. Yo creo que ahí tenemos que demostrar que la ganadería también puede ser eficiente.

¿Qué estrategias están implementando para despertar el interés de los productores locales en la selección genética del ganado?

Lo que hacemos con nuestros productores, ya que mencioné la parte de DEP y ultrasonografía, es que en nuestras ferias internas (para los socios de la cooperativa) y también en otros remates como la Expo Pioneros, Expo Trébol, etc., ya vamos incluyendo esos datos en los catálogos. Así tratamos de enseñar a la gente a mirar esos datos, a seleccionar mejor.

¿Cómo ayudan a los productores a elegir las especies de pasturas adecuadas, especialmente para el período invernal?

Tenemos técnicos en el servicio agropecuario que asesoran tanto al centro como a los productores. En los últimos 8 a 10 años hemos trabajado fuertemente en lo que son pasturas, buscando las mejores alternativas para el invierno y para distintos tipos de suelos del Chaco.

¿Qué impacto tiene la mejora genética en la competitividad de los sistemas ganaderos?

La mejora genética tiene un impacto muy importante. Viendo lo que produce la genética de TAMYCA a nivel del productor, aunque no vamos a todos los lados, sí recibimos videos, fotos y testimonios de terneros. Nosotros siempre tenemos que apuntar a eso, buenos pesos de destetes, buena terminación para el frigorífico, y, sobre todo, que los animales de reposición sean funcionales y productivos. Yo diría que en cualquier suelo chaqueño deberían ser funcionales y productivos. No quiero decir que solo esta genética sea buena, hay muy buena genética en el país, pero siempre hay que ir eligiendo, como dije anteriormente, la genética que le funcione a cada productor en su entorno. Eso es sumamente importante para que realmente sea competitivo. Nosotros apuntamos a ofrecerle al productor una buena genética, y que esa genética le funcione, que siempre le vaya mejorando su hato.

¿Cuáles son las perspectivas a futuro del Centro Genético en cuanto a innovación y desarrollo genético?

Ya estamos incorporando datos genómicos, lo cual es un paso importante. Enviamos los primeros datos en Brahman y en la parte lechera, y eso va a ayudarnos a estabilizar y afinar aún más nuestra selección. Además, estamos introduciendo una nueva raza, el Nelore, cuyos primeros animales llegarán a finales de octubre. Esto lo hacemos para diversificar y ofrecer más opciones al productor. Y, por supuesto, seguimos promoviendo la genética nacional paraguaya, que creemos que tiene muchísimo valor.