Las importaciones de carne vacuna brasileña que exceden una cuota predeterminada pagan un arancel del 26,4%, pero se aplicó un arancel adicional del 10%, lo que eleva el total al 36,4% después de que el presidente estadounidense Donald Trump intensificara su guerra comercial. Para el consumidor estadounidense, la carne de res será más cara porque los importadores soportarán la carga de impuestos más altos. Hoy en día, sólo China compra más carne de res de Brasil que Estados Unidos.

João Figueiredo, analista de la consultora Datagro, dijo que la demanda estadounidense es tan fuerte que Brasil completó una cuota anual libre de aranceles de 65.000 toneladas en sólo 14 días este año, lo que nunca había sucedido antes.

Incluso con aranceles más altos, la carne brasileña sigue siendo competitiva porque los precios del ganado estadounidense se han duplicado en comparación con Brasil en medio de inventarios históricamente bajos en el país, dicen los analistas.

Además, los ganaderos brasileños están en condiciones de aumentar la oferta, afirmó Figueiredo, destacando la amplia disponibilidad de ganado en el estado de Mato Grosso.

Fernando Iglesias, analista de Safras & Mercado, estima que las importaciones de carne de vacuno brasileña por parte de EE.UU. este año crecerán casi un 14%, alcanzando las 428.000 toneladas (peso en canal equivalente). Mientras tanto, la carne de res australiana también sigue siendo una opción atractiva para el mercado estadounidense tras el arancel del 10% anunciado este mes.

Ese país y Brasil, que ya representa más del 30% del comercio mundial de carne vacuna, también están preparados para aumentar las ventas a China después de que Beijing no renovara el registro de cientos de instalaciones de carne estadounidenses.

Las ventas totales de carne vacuna brasileña a Estados Unidos en el primer trimestre alcanzaron los 557,15 millones de dólares, un aumento del 67% en valor, según datos de comercio exterior compilados por la Asociación Brasileña de Frigoríficos ( Abrafrigo).

Las exportaciones a EE.UU. representaron el 17% del total de las ventas externas brasileñas en el período, mientras que el precio promedio de venta para el mercado norteamericano subió de US$ 2.943 a US$ 3.384 por tonelada, según datos de Abrafrigo .