El Paraguay consolida su posición como un país productor de alimentos y protagonista en el mercado internacional de carne. Sin embargo, los desafíos persisten; recomponer el hato, mejorar la productividad, garantizar previsibilidad en los precios y conquistar nuevos mercados serán las claves para sostener el liderazgo del país en los próximos años.
María Irene Campos Heisecke, directora de Lota S.A., Flor de Campo S.A. y La Emiliana S.A., abogada y productora agropecuaria, destacó la relevancia estructural que tiene la ganadería dentro de la economía paraguaya.
“Paraguay es un país eminentemente productor. La fortaleza de nuestra economía la da la agroexportación, y la ganadería es uno de sus pilares fundamentales”, afirmó durante el Primer Encuentro de Mujeres Protagonistas del Agro.
Campos Heisecke explicó que la cadena de valor de la carne paraguaya se compone de tres grandes eslabones: la producción primaria, la industria frigorífica y el comercio y servicios asociados. Cada uno de ellos genera empleo, inversión y desarrollo económico.
“Solo el sector productivo emplea a más de 308.000 personas y concentra el 93% del valor total de la carne. Estamos hablando de una inversión superior a los US$ 41.000 millones”, precisó.
A estos datos se suman los 8.000 trabajadores de la industria frigorífica, con una inversión cercana a US$ 1.000 millones, y 12.000 empleos generados en el comercio y la logística de la carne, con una inversión de más de US$ 465 millones. Estas cifras, según la empresaria, reflejan el peso real de la ganadería como motor de la economía nacional.
La productora subrayó que Paraguay cuenta con más de 16 millones de hectáreas dedicadas a la ganadería, donde los animales se crían y engordan a pasto sobre campos naturales, destacando la sustentabilidad del modelo productivo nacional.
“Nuestros animales se crían a campo natural. El mundo está pidiendo carne verde, y esa es la carne que produce Paraguay: sostenible, rentable y de calidad. Como dijo Martín Masi, la carne es el petróleo paraguayo”, resaltó.
Con un hato de 12,8 millones de cabezas de ganado señaló que hay que prestar atenció a lo que está sucediendo en los últimos diez años, la disminución del rodeo nacional que “es un punto que debemos atender con urgencia por que está en juego la materia prima”.
Además, remarcó que Paraguay faena anualmente alrededor de 2,3 millones de animales, de los cuales el 75% se destina a la exportación, generando más de US$ 1.700 millones en divisas.
“Paraguay alimenta hoy a más de 100 millones de personas en el mundo”, enfatizó.
Los principales mercados son Chile, Taiwán, Israel, Estados Unidos y Brasil, pero el país también compite en un escenario dominado por gigantes como Brasil, Australia, India y Estados Unidos, que concentran el 65% de las importaciones globales.
“Aun así, Paraguay compite en ese mercado dominado por esas súper potencias, y se posiciona como el décimo exportador mundial de carne, un logro que nos debe llenar de orgullo”, sostuvo.
No obstante, la empresaria advirtió que la ganadería enfrenta retos internos y externos que deben ser abordados con visión estratégica. Entre los desafíos nacionales mencionó la necesidad de recomponer el hato, mejorar los índices reproductivos, recuperar suelos y pasturas degradadas y fortalecer la previsibilidad de precios.
“Necesitamos mecanismos de mercado que nos den estabilidad para seguir creciendo”, señaló.
En el ámbito externo, identificó como prioridades superar las barreras paraarancelarias, adaptarse a las exigencias ambientales y sanitarias internacionales y acceder a nuevos mercados de alto valor.
“Tenemos que seguir apostando por la calidad y la sostenibilidad. Si al campo le va mal, le va mal a toda la economía. Si no producimos materia prima, no habrá industria ni alimentos”, advirtió con firmeza.
Finalmente, cerró haciendo una reflexión sobre el papel de la mujer en el desarrollo rural y nacional. “Las mujeres somos parte activa del cambio y del crecimiento del Paraguay que produce”, expresó.
