La producción bubalina en Paraguay atraviesa una etapa de consolidación. A paso firme, la especie gana presencia en campos naturales y bajos del país, demostrando su potencial para transformar suelos de menor aptitud en carne de calidad y eficiencia productiva.
Paolo Osnaghi, secretario de la Asociación Paraguaya de Criadores de Búfalos (APCB), explicó en diálogo con Valor Agregado que “la asociación viene creciendo a pasos pequeños pero muy firmes, con un trabajo fuerte en difusión y, sobre todo, en cambiar la cultura sobre el concepto del búfalo paraguayo”.
El desarrollo del rubro avanza de la mano de criadores que encontraron en el búfalo una alternativa rentable frente a la presión agrícola y a la necesidad de utilizar campos con menor productividad. “El búfalo tendrá un papel fundamental en los campos naturales, bajos o remanentes de la agricultura. Es una especie muy noble para hacer kilos de carne en ese tipo de ambientes”, detalló Osnaghi.
Los resultados productivos acompañan ese avance. Según la Asociación, existen experiencias concretas con producciones de entre 60 y 70 kilos de carne por hectárea en regiones como Cordillera y Presidente Hayes, con animales que alcanzan 470 a 480 kilos promedio entre 24 y 30 meses, y rendimientos de 51 a 52% de carcasa. Todo ello, con sistemas pastoriles y costos ajustados.

Paolo Osnaghi y Julio Alvarado, integrantes de la directiva de la Asociación de Búfalos.
Sin embargo, el desafío sigue siendo el volumen de stock nacional, que limita la oferta de animales. “Estamos trabajando en una importación grande para dar ese golpe de crecimiento, sumar nuevos criadores y abrir más mercado”, adelantó Osnaghi.
En materia económica, el búfalo aún no alcanza los precios del novillo vacuno, se mantiene más cercano al valor de la vaca gorda, con unos 20 centavos de diferencia; pero su competitividad radica en los bajos requerimientos de suplementación y sanidad, lo que mejora las rentabilidades.
Osnaghi subrayó que, pese a las diferencias, la tendencia es de expansión: “Los datos de Senacsa y Fundassa confirman un crecimiento sostenido del 28% en vientres en los últimos cuatro años. Se nota que la gente empieza a organizar mejor sus rodeos y apuesta por el búfalo”.
Con esa base, el rubro se encamina a ser una opción sólida de diversificación para los productores paraguayos, con una especie que combina rusticidad, eficiencia y rentabilidad en ambientes donde el bovino enfrenta mayores limitaciones.