En el episodio 16 del podcast + Valor, el exministro de Ganadería Marcos Medina trazó un diagnóstico contundente: en Paraguay coexisten dos realidades productivas bien marcadas.
Por un lado, una minoría tecnificada que apenas representa el 2% de los productores —unas 4.000 fincas—, pero que concentra el 65% del hato bovino y ha sido clave para que el país incremente sus exportaciones y mejore su inserción en los mercados.
Por otro, una mayoría de más de 196.000 fincas ganaderas que opera con fuertes limitaciones de infraestructura, crédito y asistencia técnica. Medina advirtió que este segmento maneja cerca de cinco millones de cabezas —similar a la población bovina de Chile—, pero con niveles de eficiencia muy bajos.
“Tenemos una ganadería tecnificada, que es la que nos ha hecho llenar el vaso a la mitad, pero también una ganadería poco tecnificada que cada vez se aleja más de los conceptos de competitividad y productividad. Y si bien no tiene el mismo volumen, sí tiene un importante impacto en lo social”, expresó.
El exministro explicó que, según el censo agropecuario, apenas el 10% de los pequeños productores con 20 cabezas reciben asistencia técnica, y solo el 12% accede a crédito. “En el caso de los microproductores, apenas el 1% tiene casilla de operaciones. ¿Cómo hacés inseminación, diagnóstico de preñez o una buena vacunación sin infraestructura básica?”, cuestionó.
Medina sostuvo que es un error pensar que la ganadería ya despegó y no necesita políticas públicas específicas. “El 98% de los productores aún las requieren, porque fueron esas mismas políticas las que impulsaron a los que hoy están tecnificados. El desafío es atender esa brecha para que toda la cadena gane en fortaleza”, señaló.