El 2025 se presenta como un año atípico para la ganadería paraguaya, con condiciones climáticas más favorables que en ciclos anteriores, pero también con desafíos estructurales que exigen ajustes e inversiones. Así lo expresó Marcos Pereira, parte del directorio del Consorcio de Ganaderos de Experimentación Agropecuaria (CEA), donde destacó el contexto actual del rubro y los principales factores que hoy inciden en la actividad.
“Realmente estamos ante un año desafiante en todo sentido. Es un año muy particular”, expresó.
Uno de los elementos más visibles del momento actual es la escasez de hacienda en todas las categorías, lo que ha generado una presión alcista en los precios del ganado.
“Hay falta de ternero, hay falta de gordo. Esto hace que el precio del ganado en todas sus categorías tenga un nivel al alza, y da un poco de tranquilidad y de previsibilidad, que es lo que el ganadero está necesitando desde hace muchos años”, indicó.
Este contexto ofrece ciertas ventajas al productor, pero también pone en evidencia la necesidad de fortalecer la base productiva, especialmente en el área reproductiva, para poder acompañar la demanda con una oferta más sólida y sostenida en el tiempo.
Preocupación por la marcación. Pereira manifestó su preocupación por los niveles de marcación, que continúan siendo bajos, afectando directamente el crecimiento del hato nacional.
“No llegamos a un 50% de marcación. Esto hace que realmente nos estemos comiendo la cola, y vemos reflejado en el descenso del hato, que viene bajando desde hace varios años”, advirtió.
Frente a este panorama, sostuvo que la única forma de revertir la tendencia es apostando por la inversión en los pilares fundamentales de la producción ganadera.
“No hay otra forma de volver a subir el hato que no sea con inversión en la parte reproductiva, en suplementación, en genética, en todos los pilares fundamentales de la producción ganadera que nos permitan revertir esta situación”, enfatizó.
Además, destacó la importancia de mejorar la eficiencia del sistema, especialmente en lo que refiere al manejo de pasturas.
“Sabemos que nuestra ganadería está basada en un 90% en ganadería pastoril. Entonces tenemos que saber manejar los campos, prepararnos para los inviernos y evitar que los animales bajen de peso o entren al periodo de servicio en mala condición corporal. Tenemos que buscar que cada vaca dé un ternero por año”, remarcó.
Finalmente, Pereira subrayó la importancia del trabajo articulado entre el sector privado y las instituciones públicas, apuntando a identificar claramente dónde se debe intervenir para mejorar los índices productivos.
Destacó, por ejemplo, el trabajo que viene realizando el Senacsa con el programa de brucelosis:
“Es un paso importante para tratar de disminuir las mermas que se tienen desde la preñez hasta el destete”, comentó.
En ese sentido, llamó a seguir desarrollando herramientas y programas que apunten al aumento de la eficiencia reproductiva:
“Tenemos que trabajar para aumentar la cantidad de terneros que produce Paraguay. Solo así podremos incrementar también la faena anual y consolidar el crecimiento del sector ganadero”, concluyó.