El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyecta leves ajustes en la producción ganadera de la región para 2026. Mientras Argentina mantendría su nivel actual, se anticipan descensos en Brasil y Paraguay, y un crecimiento condicionado en Uruguay, que dependerá más de importaciones para abastecer su mercado interno debido al avance de sus exportaciones.
Para Paraguay, se estima que la producción de carne caerá de 640 mil toneladas en 2025 a 590 mil en 2026, lo que representa una disminución del 8%. Esta baja está vinculada principalmente a una oferta limitada de animales para faena.
Las exportaciones también retrocederán, de 520 mil toneladas en 2025 a 490 mil en 2026, una caída del 6%.
Chile continuará siendo el principal destino, aunque con menores volúmenes. Estados Unidos, Taiwán e Israel mantendrán una demanda estable.
Un punto a favor para Paraguay es el mantenimiento del “super arancel” del 50% que EE.UU. impone a Brasil, lo que podría permitir a Paraguay ganar participación en la cuota de 65 mil toneladas para terceros países. En comparación, Paraguay sólo está afectado por un arancel del 10%, igual que otros socios del Mercosur.
El consumo también se resentirá, fundamentalmente por los mayores precios y su giro hacia carnes de menor valor unitario.