La esperada instalación de La Industria Frigorífica Katuete S.A. (IFKSA), en Katueté, avanza hacia su etapa final y se proyecta que las primeras faenas comiencen en febrero de 2026, según confirmó Celito Cobalchini, uno de los inversores del proyecto.
Aunque la construcción está prácticamente terminada, el montaje de los equipos presenta un leve retraso, lo que ha pospuesto el inicio originalmente planificado para noviembre. Sin embargo, el proyecto sigue adelante con gran expectativa, ya que representa “un antes y un después” para la industrialización del sector agropecuario en Paraguay.
Celito Cobalchini, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Regional Canindeyú, explicó que este proyecto representa “un sueño de varios años” que finalmente se está materializando. Según detalló, la planta ya está en su fase final de obras, aunque el montaje de los equipos presenta un ligero retraso.
“La obra en sí está terminada, pero la instalación de los equipos está un poco atrasada. Nuestro plan inicial era comenzar en noviembre, pero probablemente vamos a poder iniciar la faena recién en febrero del 2026”, señaló Cobalchini.
A pesar de esta demora, el dirigente se mostró optimista y resaltó el impacto transformador que tendrá esta planta industrial en la zona. “Esto va a ser un antes y un después. Normalmente, un frigorífico porcino genera mucho más movimiento que uno vacuno, porque involucra desde la producción de granos hasta la terminación de los lechones. Es un ciclo rápido que dinamiza toda la economía”, afirmó.
Cobalchini subrayó que este avance no solo beneficiará a los productores, sino también al país en su conjunto, al abrir nuevas oportunidades en el mercado de proteínas animales. “Estamos entrando en una etapa donde la proteína de pollo y cerdo empieza a ganar protagonismo. Paraguay estaba un poco parado en ese sector y ahora tenemos un campo abierto para explotar”, explicó.
Asimismo, anticipó un cambio en el uso del maíz paraguayo, históricamente destinado a la exportación. “Si esto continúa, dentro de siete u ocho años vamos a tener que importar maíz porque no va a alcanzar para el consumo interno. La industria va a absorber toda la producción”, apuntó.
El proyecto del frigorífico porcino en Katueté se enmarca en una tendencia nacional hacia la industrialización agropecuaria, con otros emprendimientos similares previstos en distintas regiones del país. Para los productores locales, representa una gran oportunidad de crecimiento y una herramienta para mejorar la competitividad de la cadena productiva.