El índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 127,3 puntos en julio, es decir, 1,5 puntos (un 1,2 %), más que en junio y 7,3 puntos (un 6,0 %), más que en julio de 2024, con lo que alcanzó un nuevo máximo histórico.
El aumento obedeció principalmente a la subida de los precios de la carne de bovino y ovino, junto con un ligero incremento de las cotizaciones de la carne de aves de corral, mientras que los precios de la carne de cerdo disminuyeron.
Los precios mundiales de la carne de bovino alcanzaron un nuevo récord, respaldados por el aumento de las cotizaciones en Australia, debido a la fuerte demanda de importaciones, en particular de China y los Estados Unidos de América, que superó la oferta disponible para la exportación.
La fuerte demanda mundial también contribuyó al alza de los precios en el Brasil. Los precios de la carne de ovino aumentaron notablemente por cuarto mes consecutivo, como consecuencia de la escasa oferta para la exportación en Oceanía en un contexto de demanda mundial sostenida.
Los precios de la carne de aves de corral subieron ligeramente, al verse reforzados por el aumento de los precios para la exportación en el Brasil, después de que se relajaran las restricciones y que varios de los principales asociados comerciales del Brasil reanudaran gradualmente las importaciones después de que este recuperara a mediados de junio la condición de zona libre de gripe aviar altamente patógena.
Por el contrario, los precios de la carne de cerdo disminuyeron, fundamentalmente a causa de un descenso de las cotizaciones en la Unión Europea, donde la abundante oferta interna coincidió con un moderado interés mundial de compra.