El sector ganadero paraguayo enfrenta un escenario complejo, marcado por desafíos históricos y oportunidades que empiezan a vislumbrarse a mediano plazo. Tras años difíciles, con bajos niveles de productividad y afectaciones climáticas que impactaron tanto en la nutrición animal como en los pesos de venta, el panorama para 2025 muestra signos de recomposición que permiten mirar con esperanza hacia el futuro.

Rodolfo Grau señaló que, a pesar de la volatilidad de los precios y la falta de previsibilidad, se observan mejoras en la nutrición y el manejo de los rodeos: “A medida que fue pasando el tiempo, podemos con mucha más esperanza terminar el 2025 con respecto a la parte ganadera. Se está recomponiendo un poco el tablero de ajedrez”.

Si bien, remarcó que no existe mucha previsibilidad pero que “se observa cierta estabilidad” a largo plazo.

Destacó que la recuperación del pasto y las lluvias favorecen la planificación de la producción, permitiendo un manejo más estable en los establecimientos.

Otro desafío central que Grau subrayó es la tasa de preñez, clave para mejorar la productividad del sector. “Siendo realista, creo que recién vamos a tener un cambio tangible dentro de mínimo tres, pero lo más probable cinco años… Esos terneros que nacieron en 2026 van a estar, en el caso de las hembras, sirviéndose en 2028 y naciendo esos bebés en 2029”, explicó.

En ese sentido insistió en que este proceso gradual refleja la necesidad de planificar a mediano plazo y mantener la inversión constante en reproducción, nutrición y manejo del ganado.

Grau también destacó que la capacitación y la tecnificación son esenciales para enfrentar los desafíos actuales. “El productor, tanto agrícola, forestal o pecuario, tiene que seguir capacitando, tenemos que seguir estudiando, tenemos que seguir tecnificándonos porque las buenas prácticas agrícolas y ganaderas cada día van a tener un peso específico más fuerte”, alegó.

Asimismo, señaló la importancia de contar con información de mercados, perspectivas climáticas y planificación financiera, para garantizar la sostenibilidad: “El productor, sea del rubro que sea, tiene que tener mucho cuidado en sus costos de producción. Tiene que tecnificar y hacer números para poder sobrevivir. Cada día va a tener un peso más fuerte este tema”, insistió.

Sostuvo que con este enfoque, el sector ganadero comienza a delinear un camino hacia la recuperación, donde la combinación de buenas prácticas, manejo eficiente, planificación financiera y aprovechamiento del rebrote de pastos permitirá, en un horizonte de cinco años, un aumento tangible en la productividad y en la recuperación del stock ganadero.