Un nuevo brote de fiebre aftosa afecta al mayor grupo de corrales de engorde de Sudáfrica y alerta sobre las fallas en el control sanitario.
Después de que la fiebre aftosa afectara gravemente al segundo corral de engorde más grande del país en 2022, ahora ha aparecido repentinamente en los tres corrales de engorde del centro de engorde más grande del país ( Karan Beef ), con 170.000 animales en total, ubicados en tres provincias (estados) diferentes de Sudáfrica.
En el mayor de ellos, se contabilizaron al menos 170 cabezas de ganado enfermas, y según información extraoficial, esta cifra podría haber duplicado o triplicado la de animales. En los otros dos confinamientos del Grupo, no se informó del número de cabezas de ganado enfermas, pero se cree que había al menos unas pocas docenas en cada uno.
Todos los corrales de engorde fueron bloqueados de inmediato, impidiendo la entrada y salida de los animales del centro de engorde.
En el otro brote, ocurrido en 2022, el ganado se vio obligado a permanecer en los corrales de engorde, incluso estando sano, durante más de 60 días en el comedero, lo que causó enormes daños, además de los ya causados por la enfermedad.
Se ha identificado la cepa del virus causante de la enfermedad: SAT 1 ( Territorios de África Austral 1 ).
Esta cepa causa lesiones casi exclusivamente en la boca del ganado y rara vez causa la muerte, a diferencia de las cepas presentes en Brasil (O, A y C), que, además de causar lesiones graves en la boca, generaron úlceras en la parte media de las pezuñas y vesículas en las ubres de las vacas, y que causaron la muerte del 15 % de los terneros y hasta el 5 % del ganado adulto más débil, debido a la dificultad para comer y desplazarse.
La vacunación contra la fiebre aftosa no es obligatoria allí, y muy poca gente se la aplica, pues deben comprar la vacuna hidrosoluble del país vecino (Botsuana), un inmunógeno poco eficaz que requiere al menos tres o cuatro vacunas al año. Además de la existencia de búfalos salvajes, que deambulan libremente por grandes reservas naturales, existe un gran contrabando de ganado de otros países, que también convive con la enfermedad.
Desde 2019, el MAPA ha admitido que se han registrado al menos 250 brotes de la enfermedad, pero se cree que esta cifra es una subestimación. Nuestro agregado agrícola en ese país ofreció al gobierno sudafricano ayuda y cooperación para controlar la enfermedad, así como el desarrollo de una vacuna oleosa eficaz contra las cepas presentes allí, que sería fabricada por una empresa brasileña. Sin embargo, no hubo respuesta, ni afirmativa ni negativa, de ese país africano. ¡Qué lástima!
Las consecuencias económicas de estos rebrotes, además de las provocadas por los confinamientos, son enormes, pues al menos tres países ya han suspendido las importaciones y los precios de la carne ya han subido un 15% en la última semana en carnicerías y supermercados, lo que contribuye al aumento de la inflación.
