El año comienza con lluvias dispares y arrastrando irregularidades en los servicios de otoño y primavera, lo que no está favoreciendo a mejorar considerablemente las cosechas de terneros, a pesar que el Senacsa está previendo un incremento del stock de animales jóvenes al cierre del periodo de vacunación contra la fiebre aftosa que empieza en febrero.

“El ganadero es consciente que para este año y el próximo va a faltar hacienda para el campo, en los remates del 2023 se reflejó eso, una apuesta por animales de cría con precios positivos para un eslabón de la cadena que siempre suele ser el más débil”, dijo Fernando Ortíz.

Entrevistado por Valor Agro, el director de Sola Marca consideró que “para la zafra de terneros (del año en curso) vamos a tener valores similares o superiores al 2023”.

Ortíz aseguró que la oferta de terneros está bastante por debajo de la demanda y eso llevó a que se consigan valores altos y en algunos casos históricos durante el año pasado. “Creo que estamos frente a una buena temporada para el criador”, confirmó.

De todos modos, dijo que será clave observar cómo se comportan algunos factores importantes, como el clima y el valor del ganado gordo. “Entiendo que vamos a tener una industria más activa, aprovechando las oportunidades que ofrecen los nuevos mercados y pujando por una oferta de gordo que será menor en relación a los años anteriores. Esto haría fluir el negocio ganadero, que sería necesario luego de varios años difíciles para el productor”, sumó.

Desde Sola Marca, Ortíz aseguró que se cerró un “muy buen año”, donde los números de venta y precios promedios están por encima del ejercicio anterior.

Además, dijo que el mercado viene mostrando un comportamiento claro de interés por hacienda de calidad. “Esos animales de calidad son los que terminan definiendo o no el éxito en una transacción de ganado”, resaltó Ortíz.

“El comprador está mucho más selectivo versus otros años, y como empresa estamos dedicados más a la cría, a los animales sola marca, al que apuesta por la genética y el mejoramiento genético. Es el valor agregado que se puede dar en la producción”, subrayó.

Finalmente, confirmó que tiene buenas expectativas con respecto al negocio ganadero en 2024, dado que hay un escenario de nuevos mercados que deben ser aprovechados por la industria, para después reflejar esas mejoras en los precios ofrecidos a los ganaderos.

“Tengo mucho optimismo para 2024, el empresario ganadero siempre es optimista, emprendedor y mira cada detalle que se puede mejorar. Siempre intenta producir más y mejor, y creo que están dadas las condiciones para que eso suceda”, cerró.