El negocio del confinamiento en Paraguay atraviesa un momento particular, marcado por la combinación de un contexto climático favorable, precios positivos de los alimentos balanceados y una alta demanda de carne. Para Vinicius Matté, representante comercial de Vilomix, se trata de una coyuntura que abre oportunidades para quienes apuestan a la intensificación.
En relación a esto, Matté dijo que actualmente los ganaderos están aprovechando la buena disponibilidad de pastos para meter kilos más económicos en relación a los años anteriores, pero consideró que muchos otros están viendo en la intensificación ganadera un aliado comercial estratégico y rentable.
Estructuras en expansión
Si bien reconoce que el ciclo se retrasó, Matté destacó que los confinamientos están evolucionando hacia modelos más continuos: “Los confinamientos están preparándose para trabajar de forma más intensiva, no pensando solo en un ciclo, sino en dos o más. Incluso hay plantas que prácticamente no paran”.
En ese sentido, observó que muchos productores están invirtiendo en infraestructura y ampliación de corrales, con el objetivo de crecer en volumen de engorde. “Puede que no se dé aquel volumen que se planeaba por la oferta de reposición y las condiciones climáticas, pero los confinadores importantes del país se están posicionando para expandir sus operaciones”, subrayó.
Costos y rentabilidad
Uno de los factores claves que alientan al sector es la estabilidad en los costos de la dieta. “Hoy tenemos un costo muy bueno de la comida del animal, con precios del maíz y de la soja estancados y una buena oportunidad de compra. Para el que vende carne, la relación es muy favorable”, señaló.
Pese al alto valor de la reposición, Matté remarcó que los márgenes son positivos: “La reposición está cara, pero quien mueve el mercado es el gordo. Con un precio base de 4,50 dólares por kilo, producir una buena carcasa con rendimientos arriba del 55% es un negocio favorable. La cuenta no está mala”.
Estrategias y proyecciones
De cara al futuro, Matté recomendó que los confinadores adopten herramientas de gestión de riesgos similares a las de Brasil: “Una estrategia clave sería trabajar en precios o contratos futuros con frigoríficos. Así los grandes confinamientos aseguran costos y ventas, lo que les da seguridad para invertir y hacer volumen”.
A pesar de la incertidumbre que genera la volatilidad de los precios, el representante de Vilomix confía en la solidez del negocio: “Los números de varios clientes son muy positivos. Incluso con el impacto climático del ciclo pasado, donde hubo mucha lluvia y barro en los corrales, la rentabilidad fue favorable”.
En conclusión, la ganadería paraguaya encuentra en el confinamiento una herramienta estratégica para transformar la limitante de oferta de animales en una oportunidad de maximizar la producción de carne con eficiencia y rentabilidad.