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“Estamos usando la misma genética que Estados Unidos en lechería, y eso nos da un salto tremendo”

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“Estamos usando la misma genética que Estados Unidos en lechería, y eso nos da un salto tremendo”

El sector lechero paraguayo experimenta un avance sostenido y significativo en el mejoramiento genético de su hato, alcanzando estándares de calidad comparables a los de países líderes a nivel mundial. El uso de biotecnología reproductiva, como la transferencia de embriones y la selección genómica, está transformando la base productiva del país, consolidando un crecimiento genético “muy fuerte año tras año”.

Así lo afirma Hugo Kehler, presidente de la Asociación Paraguaya de Productores de Leche y Criadores de Razas Lecheras (Aprole), quien sostiene que Paraguay ya se encuentra operando con el mismo nivel genético que Estados Unidos. “Estamos utilizando la misma genética que se está aplicando allá, y eso nos da un salto tremendo”, enfatizó.

La rápida incorporación de genética de alto valor ha sido posible gracias al compromiso de los productores con la mejora continua. Kehler destacó que Paraguay accede actualmente a toros que recién están saliendo al mercado estadounidense, posicionando al país en la vanguardia de la innovación genética.

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“Esta actualización constante permite acelerar el progreso del hato nacional, mejorando características como la producción de leche, la longevidad, la fertilidad y la resistencia a enfermedades”, explicó.

Sostuvo que los productores están realizando importantes inversiones en manejo y bienestar animal, priorizando el confort de sus vacas como parte fundamental del sistema productivo. “Muchos productores están optando por la estabulación, incorporando infraestructura moderna y tecnología de punta para mejorar las condiciones de sus animales”, explicó.

Y añadió: “Cada vez se intensifica más el modelo productivo, buscando una mayor rentabilidad, pero también una producción más sostenible. Hoy Paraguay tiene un panorama muy alentador en el sector lechero, con muchas oportunidades de crecimiento”, afirmó.

Kehler también destacó que el país cuenta actualmente con una importante disponibilidad de maíz, un insumo clave en la dieta de las vacas lecheras. “Sabemos que el maíz es fundamental en la cadena de alimentación para producir leche, aporta la energía necesaria. Como aún tenemos grandes volúmenes disponibles y su costo es bajo, eso representa una oportunidad clara para seguir creciendo como país”, señaló.

En cuanto a productividad, detalló que algunos tambos en Paraguay están alcanzando promedios diarios de hasta 50 litros de leche por vaca, y muchos cierran el año con promedios anuales superiores a los 40 litros. “Eso es increíble, estamos hablando de rendimientos comparables a los de tambos en Estados Unidos o Israel, que son referentes mundiales en eficiencia por animal”, destacó.

A pesar de estos logros, reconoció que aún hay mucho por mejorar a nivel nacional. “Tenemos regiones, como Campo 9, que ya alcanzan estos niveles de producción gracias a su fuerte apuesta por la genética, la infraestructura y el manejo integral del sistema. El desafío es expandir ese modelo a otras zonas del país, y para eso se requiere inversión, asistencia técnica y compromiso a largo plazo”, alegó.

“La genética por sí sola no es suficiente; necesita ir acompañada de confort animal, infraestructura moderna y un manejo técnico profesional. Solo así se puede permitir que un animal de alta genética exprese todo su potencial”, remarcó Kehler. En este sentido, el mejoramiento genético está estrechamente vinculado con inversiones paralelas en estabulación, nutrición de precisión y bienestar animal.

Para el presidente de Aprole, el desafío ahora es lograr que este avance genético se extienda más allá de las zonas más desarrolladas, alcanzando a pequeños y medianos productores a nivel país. “Necesitamos democratizar el acceso a esta genética de alto nivel, y para eso se requieren políticas públicas, asistencia técnica y financiamiento que permitan a todos los productores dar ese salto cualitativo”, concluyó.