Tras varias subastas a la baja, los precios de los lácteos volvieron a subir el martes en el primer remate mensual de la neozelandesa láctea Fonterra, la mayor exportadora de leche en polvo del mundo.
La leche en polvo entera subió 5,1% respecto al remate anterior y cerró a US$ 3.610 por tonelada.
La buena noticia es que todos los contratos a futuro cerrarán 2022 con subas. Mientras que para octubre la tonelada se pagará US$ 3.544, en noviembre pasará a US$ 3.591 y cerrará a US$ 3.635. El 2023 comienza con valores por encima, llegando a febrero con US$ 3.697 por tonelada.
En leche en polvo descremada los contratos a futuro manejan valores que oscilan entre US$ 3.554 y US$ 3.650 por tonelada. En la subasta de la semana, el producto se valorizó 1,5% y quedó en US$ 3.575 por tonelada.
Mercados. Las subas de valores se produjeron a pesar de la desaceleración de las compras de China, principal importador mundial de lácteos, que volvió a imponer restricciones para controlar el Covid-19.
A su vez, en agosto, Brasil estuvo muy activo en sus compras de leche en polvo. Según datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex) las importaciones de lácteos subieron 63,3% con relación a julio, con un aumento en el volumen importado de 66,7 millones de litros equivalentes de leche.
Lo que impulsa las importaciones en Brasil es la disminución de los precios internacionales, la baja disponibilidad de producción local y los elevados precios de los lácteos en el mercado interno. Mientras ese escenario se mantenga, las importaciones seguirán subiendo.
