En el marco de la COP30 el Mercosur ampliado reiteró la postura de que la agricultura no es parte del problema climático, sino una aliada esencial en la búsqueda de soluciones sostenibles.
La Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur Ampliado (FARM), que reúne a organizaciones de producto res de Argentina, Brasil, Para guay, Uruguay, Bolivia, Chile y Colombia, destacó que este encuentro global representa una oportunidad única para mostrar al mundo cómo la agricultura tropical puede ser un modelo de producción responsable, equilibrando el cuidado ambiental con el desarrollo económico y social.
En su documento de posicionamiento, la FARM recuerda que el campo de la región ya está aportando resultados concretos a través de prácticas de bajas emisiones, manejo eficiente de los suelos, sistemas integrados de producción y una creciente capacidad para capturar carbono y conservar biomas.
Con innovación tecnológica y compromiso, los productores rurales están demostrando que es posible producir alimentos y energía cuidando el planeta, según indicó la UGP en su boletín informativo.
Al mismo tiempo, el bloque expresó su preocupación por nuevas regulaciones impulsadas por la Unión Europea, como el Pacto Verde, el Reglamento de Deforestación (EUDR) y el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM). Según la FARM, estas medidas podrían transformarse en barreras comerciales injustas, al no tener en cuenta las particularidades de los sistemas productivos de las regiones tropicales ni el esfuerzo de los productores por sostener prácticas sostenibles.
El documento insiste en que las políticas ambientales y comerciales deben basarse en ciencia, cooperación y diálogo.
Además, plantea que los compromisos internacionales, como los del Acuerdo de París, deben construirse junto al sector productivo, para que sean realistas, aplicables y verdaderamente efectivos.
Con una mirada hacia el futuro, el Mercosur rural reafirma que los productores no son meros receptores de regulaciones, sino protagonistas de la acción climática.
Destacaron que detrás de cada hectárea cultivada, de cada innovación o práctica conservacionista, hay personas que trabajan por una agricultura que alimenta, cuida y sostiene.
En la COP30, el mensaje es claro: el campo forma parte de la solución.
