La Unión Europea enfrenta posibles nuevos retrasos en la aplicación de su Reglamento 2023/1115, que busca garantizar que productos importados no provengan de áreas deforestadas.

La implementación internacional del reglamento sigue siendo incierta. Tras una postergación de un año, la UE podría retrasar nuevamente la entrada en vigor, evaluar su aplicación a partir del 1 de enero de 2026 o incluso suspenderla de manera definitiva, por considerar la norma inaplicable.

Ante esta situación, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción, destacó que los próximos días serán claves para conocer la decisión final. A pesar de la incertidumbre, aseguró que los productores paraguayos están preparados para cumplir con los requisitos, especialmente en el sector de la soja.

“Paraguay ya cumple con la normativa, sobre todo en soja. El 99% del área sembrada en 2022 se encuentra en terrenos habilitados antes de 2020, cumpliendo con la exigencia de no deforestación”, subrayó Cristaldo en entrevista con la 1000 AM.

El plazo para conocer la determinación de la UE es de menos de 40 días. La normativa afecta a cultivos y bienes como café, cacao, soja, palma de aceite, ganado y madera, generando atención especial en países agroganaderos como Paraguay.

El Consejo de la Unión Europea (UE), que reúne a los Estados miembros, había apostado por retrasar hasta el 30 de diciembre de 2026 la aplicación del reglamento contra la deforestación importada.

En concreto, la institución comunitaria adoptó su mandato para negociar con la Eurocámara, colegislador de la UE junto a los países, una revisión del reglamento del club comunitario sobre los productos que no generan deforestación.

El objetivo es simplificar la aplicación de la normativa vigente y aplazar su aplicación para que operadores, comerciantes y autoridades puedan prepararse adecuadamente.