El Rodeo llevó adelante la venta de ganado lechero en el marco de la Feria Agropecuaria San Pedro, un evento que, según destacó el rematador Dirk Ediger, confirma tanto el crecimiento del departamento como la clara necesidad nacional de seguir ampliando el hato lechero.

Ediger valoró en primer lugar “la increíble organización de la feria”, subrayando que el evento ya se posiciona como un motor productivo para la región.

En ese escenario, la firma presentó una oferta variada y de alto valor genético, integrada por vaquillas para servicio, vaquillas preñadas y toros, categoría que no había estado disponible en los dos remates anteriores de lecheras.

“La calidad genética fue excepcional y la demanda acompañó”, afirmó el martillero.

Si bien al inicio las pujas se mostraron más cautelosas, el movimiento del remate fue tomando ritmo. “Al comienzo la gente estaba un poco más fría, pero después se metieron y al final ya fue una diversión: pujaban, reían, gritaban”, comentó entre risas.

El público presencial y la participación telefónica generaron un clima dinámico que sostuvo el interés hasta el cierre.

Demanda firme y precios en línea con remates anteriores

El Rodeo registró valores similares a los obtenidos en las ediciones previas tanto en la Expo como en otras ferias de lecheras, lo que refleja estabilidad y firmeza en el segmento.

Para Ediger, esto se explica por un factor clave: la escasa disponibilidad de vientres lecheros en el país.

“La gente no es de vender sus lecheras, son muy cuidadosos para desprenderse de vacas de tan buena genética. Por eso estos remates son una oportunidad increíble”, señaló.

Agregó que la necesidad actual se siente en todo el territorio: personas pujando por teléfono y compradores de distintas zonas del país lo confirmaron.