En representación de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Mario Apodaca expresó la preocupación del gremio con respecto al cronograma propuesto por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), que plantea dejar de vacunar contra la fiebre aftosa en 2026 y obtener la certificación internacional como país libre sin vacunación en 2028.
“Nosotros respetamos ampliamente a Senacsa. Queremos seguir construyendo juntos y vamos a seguir haciéndolo”, afirmó Apodaca. No obstante, señaló que el plan presentado es “muy ambicioso y poco realista”, ya que no se ajusta a los tiempos ni a la realidad operativa e institucional del país.
“Nos asusta la premura del servicio oficial de querer dejar de vacunar ya en 2026, nada más que eso. Nunca dijimos que vamos a seguir vacunando hasta el fin del mundo, ni de por vida”, subrayó.
Indicó también que la ARP cuenta con su propio plan estratégico, y que lo ha manifestado en varias ocasiones. En ese sentido, remarcó la importancia de mantener y fortalecer la histórica relación público-privada en el ámbito sanitario. “Es uno de los pilares que nos diferencia enormemente de otros países. No vamos a destruir lo que construimos durante tanto tiempo. Al contrario, tenemos que fortalecerlo”, sostuvo.
Apodaca advirtió que el paso de un modelo preventivo basado en la vacunación sistemática hacia uno sin vacunación implica una transformación profunda en la gobernanza de la sanidad animal del país. “No se trata de una decisión técnica aislada, sino de un giro estructural en la gestión del riesgo sanitario”, expresó.
Finalmente, recordó que el sector ya enfrenta múltiples desafíos, como la caída del hato ganadero, la inestabilidad de precios y los efectos del clima. “Ahora se suma una amenaza más: la sanitaria. Tenemos que trabajar sobre esto para que el productor pueda producir con tranquilidad”, concluyó.