La adecuación de los planes de vacunación contra la fiebre aftosa se ha convertido en un tema central para la ganadería nacional y regional, en un escenario donde los países evalúan cómo sostener el estatus sanitario sin poner en riesgo décadas de trabajo. “El debate no se limita a vacunar o no vacunar”, sino a cómo avanzar con controles, prevención y estrategias coordinadas en la región.

En entrevista con Valor Agro, el presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes, Carlos Roldán, advirtió sobre los riesgos de una decisión apresurada. “Sería una picardía perder todo lo que hemos ganado en todos estos años por no hacer el control y la prevención necesaria”, afirmó.

En ese proceso, subrayó la importancia de observar la experiencia regional. “Hay que ser estratega en esto. Que Brasil haya avanzado nos permite estar expectantes, ver qué le pasa a Brasil en los próximos años y poder transpolar esa situación hacia nosotros. Si a Brasil no le aparece ningún tipo de foco, nos estaría marcando un poco la cancha de hacia dónde tenemos que ir”, explicó, destacando que Brasil enfrenta fronteras incluso más complejas.

El presidente de la rural correntina también puso el foco en el estatus sanitario internacional. “Hoy se está discutiendo que el libre es libre, es el estatus que sirve. Después, si uno vacuna o no vacuna, creo que es una decisión de cada país”, sostuvo.

En esa línea, planteó la necesidad de revisar las diferencias entre los estatus. “Lo que tenemos que trabajar es para que se modifique ese estatus del libre con vacunación, que tiene un diferencial con el libre sin vacunación”.

Igualmente insistió en que la vacunación es clave como herramienta preventiva. “Vacunar no quiere decir para nada tener una enfermedad, al contrario, es prevenirla. Creo que estamos en mejor situación que todos los países que no vacunan, estamos más cubiertos que ellos”, afirmó.

En el contexto interno, remarcó que la vacunación continuará en el corto y mediano plazo. “Por lo pronto, nosotros acá en Argentina vamos a seguir vacunando. Yo calculo que la suspensión se va a dar, pero se va a dar de acá a años”, dijo.

También apuntó a que Argentina logró consensuar una modificación en su esquema sanitario tras un proceso de discusión técnica. “Este año logramos, después de un intenso debate, poder adecuar el plan de vacunación contra la fiebre aftosa. Hicimos un plan muy similar al de Paraguay”, afirmó.

Roldán detalló que el sistema anterior implicaba una elevada carga de vacunación sobre animales adultos. “Seguíamos vacunando mucho novillo de mucha edad, vacunábamos dos veces al año. Vacunábamos las vaquillas hasta que no parían y vacunábamos dos veces al año hasta la categoría vaca”, señaló, explicando que en campos marginales las vaquillas pueden parir recién entre los tres y cuatro años.

A partir de 2026, el esquema cambiará hacia una vacunación anual concentrada. “Vamos a hacer una vacunación total del país en marzo-abril, depende la zona, y en junio vamos a hacer todo el destete”, precisó.

El dirigente consideró que esta adecuación representa un primer paso. “Yo creo que eso es un primer acomodo importante, que seguramente es el principio para en algún momento dejar de vacunar”, sostuvo.

Sin embargo, fue enfático en que cualquier avance hacia la suspensión debe estar respaldado por controles sólidos. “Lo fundamental para dejar de vacunar es tener un buen control sanitario, tener bien articulado y bien estudiado todo lo que se va a hacer para prevención y los controles que tiene que hacer el Senasa”, remarcó.

Finalmente sostuvo que “no hay que ser necio con esto”, subrayando que el pan de vacunación contra la aftosa “va a tener un fin una vez que uno logra estabilizar la región”.