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Senacsa propone esquema de vacunación diferenciada para 2027/2028 y extiende plazos para cambio de estatus

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Senacsa propone esquema de vacunación diferenciada para 2027/2028 y extiende plazos para cambio de estatus

El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) presentó una nueva propuesta de estrategia de vacunación diferenciada para 2027 y 2028 que modifica de manera sustancial el calendario originalmente establecido para avanzar hacia el estatus de país libre de fiebre aftosa sin vacunación.

De acuerdo a la información que accedió Valor Agro, el cambio, presentado este pasado martes, implica extender dos años los plazos previstos, moviendo la última vacunación del rodeo paraguayo a mayo de 2028 y declarando el cierre de la inmunización, cumpliendo en 2029 una demostración de ausencia de infección y proyectando la solicitud del nuevo estatus sanitario para 2029/30.

Se trata de un giro importante respecto al programa oficial, que preveía finalizar la vacunación en 2026, no aplicar dosis en 2027 y alcanzar el estatus libre sin vacunación en 2028.

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La nueva hoja de ruta se acerca a los planteamientos expresados por el sector productivo, que venía sosteniendo que el calendario inicial era demasiado ajustado para garantizar una transición segura.

Una transición sanitaria gradual basada en categorías

La propuesta del Senacsa presenta un esquema de vacunación segmentado que busca reducir progresivamente la presión vacunal sin comprometer la inmunidad poblacional.

Para el año 2027 se prevé una fase de disminución en la que, durante febrero y marzo, se vacunará la hacienda general con la exclusión específica de vacas y bueyes. La institución argumenta que estas categorías poseen altos niveles de inmunidad acumulada según los estudios poblacionales.

En un segundo periodo, entre abril y mayo, se vacunará únicamente a los terneros Carimbo 7 SIAP, identificados como la categoría más susceptible debido a los nuevos nacimientos.

El año 2028 está planteado como el cierre del ciclo, con un único periodo de vacunación entre febrero y marzo dirigido exclusivamente a terneros y desmamantes.

A partir de ese punto no se aplicarán más dosis a animales adultos y se dejará atrás el esquema histórico de inmunización masiva que sostuvo la sanidad del rodeo paraguayo durante décadas.

Según lo argumentado por Senacsa en la reunión, este modelo garantiza que todos los animales ingresen al proceso de transición con niveles de inmunidad adecuados, mientras se reducen costos y se establecen las bases para un cese ordenado y técnicamente fundamentado de la vacunación.

La creación de un Comité Gestor para acompañar la transición

Como parte de esta nueva estrategia, Senacsa presentó también la conformación de un Comité Gestor, estructura que tendrá a su cargo el liderazgo, la validación técnica y la auditoría del proceso de transición hacia la no vacunación.

El comité estará integrado por representantes del sector público y privado.

Desde Senacsa participarán los directores generales misionales, el director de Digesit, quien actuará como coordinador, y delegados del Ministerio de Agricultura y Ganadería y del Ministerio de Industria y Comercio.

El sector privado tendrá representación de la ARP-Fundassa, Fecoprod, la Cámara Paraguaya de Carnes y la Asociación de Criadores de Cerdos.

Además, Fundassa encabezará un órgano técnico operativo que se encargará de los aspectos metodológicos y de supervisión.

La creación de este espacio de trabajo busca estructurar un mecanismo de seguimiento permanente, aunque dentro del sector productivo persiste el debate sobre si esta composición cumple con el alcance de cogestión solicitado por los gremios ganaderos.

Un debate reabierto sobre la institucionalidad sanitaria

Según las informaciones relevadas por Valor Agro, se entiende que la decisión del Senacsa vuelve a colocar en el centro del debate la forma en que Paraguay ejecutará la transición hacia un estatus sanitario que impactará directamente en su competitividad exportadora.

El sector productivo valora que los plazos se alineen más a una lógica de seguridad operativa, pero también recalca que el éxito del proceso dependerá de un modelo institucional capaz de integrar al sector privado en la toma de decisiones.

En los próximos días se espera que los gremios analicen detalladamente la propuesta y eventualmente presenten observaciones. Lo que está claro es que la discusión no se limita al calendario, sino que abarca la arquitectura completa del proceso sanitario que definirá el futuro de la ganadería paraguaya y su posicionamiento en los mercados internacionales.

El desafío consiste ahora en construir una transición robusta, confiable y respaldada por todos los actores que integran la cadena cárnica.