En años de desafíos climáticos y volatilidades en los mercados, el sector agropecuaria enfrenta un 2025 con oportunidades de retomar la senda de crecimiento en la producción, buscando resultados económicos positivos que permitan cubrir deudas y definir inversiones para recuperar pasturas, repoblar los campos y aumentar los índices ganaderos.
En este contexto, reperfilar deudas o tomar nuevos créditos está siendo relevante en el negocio ganadero, un sector que encuentra en la banca privada un aliado estratégico para su desarrollo y crecimiento.
El responsable de la banca ganadera de Sudameris Rural, Juan Molinas, dijo en Todo a la Parrilla desde Alma Cocina con Fuegos que desde el banco “buscamos ofrecer a los productores herramientas flexibles y claras”, dado que “el ganadero viene sufriendo muchas incertidumbres”.
Molinas dijo que Sudameris Rural viene liderando en el sector ganadero hace más de 5 años, y adjudicó esta respuesta a “nuestra filosofía de trabajo, las políticas financieras y la relación con los clientes”; siempre “construyendo lazos sólidos pero con respuestas ágiles y soluciones sencillas”.
Explicó que la solidez de la cartera se refleja en un índice de morosidad bajo y controlado, que se sitúa en un 3%.
En cuanto a la adaptabilidad, Molinas resaltó que “las medidas transitorias nos permiten tener la flexibilidad que calce al flujo del cliente, pero el esfuerzo del sector y del productor es destacable”, reconociendo el compromiso conjunto para superar los desafíos.
Y reiteró: “La clave del éxito, es la cercanía con el productor”.
El ejecutivo Sudameris Rural detalló la oferta crediticia del banco, diseñada para adaptarse a las particularidades de cada proyecto ganadero. “Uno siempre va a buscar lo que financieramente le conviene”, sentenció Molinas, ejemplificando cómo el banco se ajusta a los tiempos del cliente.
Para el confinamiento, que requiere liquidez y plazos ajustados, el banco ofrece líneas de crédito específicas. “Si el flujo del cliente, en este caso un confinador, demanda un crédito a un plazo de encierre de 100 o 90 días el banco abre una línea de crédito acorde a ese plazo”, explicó.
Para proyectos de mayor envergadura, como la cría y el desarrollo de rodeos, el banco dispone de plazos más extensos. “Una línea a largo plazo de hasta 8 años, teniendo en cuenta que cada proyecto tiene su particularidad, así como el flujo del cliente”.
Como ejemplo, mencionó: “Un rodeo, que debe comprar desde el toro hasta las demás matrices, así como vaquillas para servicio o ya servidas, demanda un plazo más largo, entonces nosotros nos adecuamos, buscando esa holgura dentro del flujo del cliente”.
Para el desarrollo de campos, “las opciones de financiamiento son a largo plazo, con líneas de crédito que van hasta los 10 años, e incluso 12 años con el respaldo de líneas multilaterales como las de la AFD, que incluyen periodos de gracia de hasta 2 años para la amortización de capital”, afirmó Molinas.
Respecto a la compra de tierras, “históricamente se viene tomando el crédito al plazo final que ofrece el banco, 10 años, y en los últimos años de acuerdo a cómo se va amortizando la operación se baraja su reestructuración”, explicó sobre la flexibilidad en la gestión de estos créditos.
Las inversiones en genética también cuentan con un esquema de financiamiento adaptado. “Las inversiones en genética las estructuramos de la misma forma que un crédito por hacienda de cría”, indicó. En este sentido, cuando se trata de la adquisición de “embriones, pajuelas u otras cuestiones técnicas que deben apalancarse, se utiliza dentro de una línea de capital de giro de corto plazo”, finalizó.
Demanda de créditos. Molinas dijo que “la demanda de crédito en guaraníes aumentó, con una tasa anual del 11% aproximadamente, que calza con un préstamo de mediano plazo”. Además, indicó que las tasas pueden ser fijas o revisables anualmente según el proyecto. En cuanto a las tasas en dólares, Molinas las posicionó en un 8%, sujeto a la volatilidad de la política estadounidense.
El ejecutivo de Sudameris Rural valoró la estabilidad macroeconómica del país. “Es sano, que tengamos una inflación relativamente controlada, una política monetaria estable, que da una previsión que a veces falta en otras cuestiones dentro del rubro ganadero”, aseguró.
Mirando al futuro, Molinas expresa un cauto optimismo. “Este año vemos un aire distinto, optimista, con un segundo semestre que pinta positivo”, pronosticó. Si bien la retracción de los precios del ganado es natural, Molinas señaló que “llegan a números históricos, pudiendo dejar un margen y generar capital al cliente, que al final es lo que buscamos”.
Finalmente, el gerente de Sudameris Rural subrayó la importancia de una relación responsable y de confianza con el cliente, evitando el sobreendeudamiento. “No existe opción de sobre endeudar; si uno es socio, entra con capital a apoyar el negocio del cliente debe tomar una posición analítica y consejera, teniendo como faro ganar confianza del mismo”.
A pesar del avance tecnológico, la entidad mantiene su compromiso con el trato personal: “Aunque estamos en una era digital, para nosotros, el trato humano es lo más importante dentro del sector ganadero, acompañamiento constante en el campo, no solo desde la oficina”, concluyó.