×

Del campo a la góndola: la historia detrás de Nelore Estrellita, en podcast + Valor

  • Compartir

Del campo a la góndola: la historia detrás de Nelore Estrellita, en podcast + Valor

Henrique Junqueira, director de Nelore Estrellita, nunca imaginó que una conversación de sobremesa sería el punto de partida para construir una de las marcas de carne más reconocidas del mercado paraguayo.

“Fue de pichado”, recordó entre risas. “La gente hablaba mal de la carne de Nelore, y yo, que conocía su calidad, decidí regalar carne mía a esos amigos. Cuando la probaron, todos quedaron maravillados”.

Así nació Nelore Estrellita, una historia que comenzó con 14 vaquillas importadas desde Brasil y un objetivo: demostrar que el Nelore puede producir carne de alta calidad.

ypoti

“Siempre me encantó la raza por su rusticidad, fertilidad y productividad. Pero además, hoy el Nelore moderno ofrece una calidad de carne que pocos conocen”, explicó.

La base del proyecto fue la construcción de un rodeo selecto, apoyado en genética y tecnología. “Empezamos seleccionando por fertilidad y características raciales, pero hace 15 años incorporamos la ultrasonografía de carcasa. Hoy sabemos cómo es un animal por dentro sin faenarlo. Si no tiene marmoleo o área de ojo de lomo suficiente, se descarta”, detalló Junqueira.

Esa rigurosidad genética se combina con un sistema de feedlot eficiente, que permite controlar alimentación, manejo y rendimiento. “Nuestros animales rinden entre 56% y 57% de carcasa en 120 días de confinamiento. En Estados Unidos, donde seleccionan por área de ojo de lomo, rinden 62%. Estamos caminando hacia eso”, apuntó.

La selección no solo mejoró la carne, también abrió nuevas oportunidades para el país. “Hoy vendemos toros mejoradores, con genética que va a contribuir al futuro del rodeo paraguayo”, afirmó.

Desde aquel primer envío de carne a amigos hasta las actuales boutiques en Asunción, la evolución de Estrellita refleja una idea simple pero poderosa: producir del campo a la góndola, con calidad y coherencia.

“Los frigoríficos compran de mil productores distintos, con edades, razas y manejos diferentes. Es imposible lograr una carne homogénea. Nosotros somos productores, y eso nos permite ofrecer siempre el mismo sabor y la misma calidad”, concluyó.