A nivel nacional la cosecha de soja ha avanzado aproximadamente en un 80%. Una campaña que se caracteriza por presentar resultados dispares a consecuencia de las condiciones climáticas. Evaluando las particularidades de cada región del país, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) estima que se llegará a 9.200.000 toneladas.
Según indicó a Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM la asesora externa de la CAPECO, María Luisa Ramírez, todavía falta un 20% que puede hacer la diferencia en lo que es el rendimiento total nacional, pero estiman que el promedio estaría cerca de los 2.740 kilos por hectárea. “Se registraron buenos rendimientos en muchos puntos del país, pero lastimosamente también hay una parte importante que ha arrojado bajos rendimientos. Considerando toda esta situación, esperamos más o menos una producción de alrededor de 9.200.000 toneladas en base a las 3.300.000 hectáreas sembradas”, precisó.
Ramírez indicó que en muchos puntos del país se tuvieron muy buenos rendimientos. Hay parcelas que llegaron a 4.000 kilos, otras a 5.000 y muchas de 3.000, pero también hay varias parcelas y muchos agricultores con rendimientos entre 2.000 y 2.800 kilos.
Con la llegada del fenómeno El Niño había mucha fe de que las lluvias iban a favorecer significativamente al desarrollo de los cultivos, que de hecho fue así para muchas parcelas que alcanzaron incluso 5.000 kg/ha, sobre todo en la zona centro, sur y este del país, pero posteriormente, en muchos lugares, principalmente en el norte del país, las lluvias mermaron y muchos agricultores obtuvieron rendimientos entre 2.000 y 2.800 kilos.
“Las siembras más tardías están teniendo problemas, los rendimientos están bajando considerablemente. Estamos hablando de parcelas que estaban sacando entre 3.000 y 3.500 kg/ha y probablemente con eta situación crítica el rinde esté entre 1.700 y 2.000 kg/ha, por lo que esta campaña muestra dos caras diferentes”, explicó.
En el norte, zonas como San Pedro y Amambay, están muy castigados por la falta de agua y la situación es mucho más compleja comparándola con otras zonas. “Si bien hay casos excepcionales, ya que hay puntos donde si se tuvo algunos chaparrones que permitieron obtener mejores rendimientos, estamos hablando de que alrededor del 50% del área sembrada en esta región, donde las siembras fueron más tardías, estuvieron con rendimiento de entre 600 kg/ha y 1.000 kg/ha”, señaló. Ramírez dijo que hay parcelas que se encuentran en el inicio de cargado de granos están a merced del clima y es fundamental que se tengan lluvias semanales para que estos cultivos puedan desarrollarse sin inconvenientes.
Sin embargo, explicó que, de acuerdo a la última perspectiva climática de Eduardo Sierra, asesor agroclimático de la Cámara, el panorama no es auspicioso ya que, al parecer no habría suficiente cantidad de agua como para proporcionar humedad al perfil del suelo.
“Igualmente debemos esperar a ver cómo avanza esta situación, el clima nos puede sorprender y cambiar el panorama. Estas últimas lluvias que se registraron en distintos puntos del país, vinieron bastante bien para los cultivos de soja y maíz zafriña, porque estaban sufriendo mucho por la sequía”, apuntó.
Sobre este último punto dijo que, la mayoría de los productores se estaría volcando a la soja para la segunda campaña. “Al parecer va a haber más soja y podría llegar a las 700.000 hectáreas y va a bajar un poquito el área de maíz este año, al menos es lo que se está conversando y viendo en el campo”, estimó.
