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Diversificar producción es la salida para enfrentar volatilidad agrícola

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Diversificar producción es la salida para enfrentar volatilidad agrícola

La industria agroali­menticia es el principal destino de las inversio­nes extranjeras. El culti­vo de la soja se ha desa­rrollado enormemente en estos últimos años. En la región oriental del Paraguay, el área sem­brada de soja presenta una tasa de crecimiento positiva y relativamente alta.

El cultivo de soja se ha desarrollado en esta re­gión en tierras utilizadas antes para la cría y ha tenido como consecuen­cia el desplazamiento de la hacienda bovina pa­raguaya a la región del Chaco.

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Sin embargo, es impor­tante destacar que -ac­tualmente- este rubro y los demás granos están atravesando problemas de precios con la baja en los principales commo­dities. La solución ante esta situación debería apuntar a diversificar la producción nacional, in­vertir en el desarrollo de otros rubros que presen­tan buena renta y con un importante repunte.

Es el caso del sésamo y otras oleaginosas, la industrialización de la mandioca, así también la producción algodonera que anteriormente era uno de los principales productos de exportación.

En el rubro de la olea­ginosa, Paraguay ha repuntado significati­vamente y se ubica como uno de los más eficien­tes productores de ali­mentos a nivel mundial; abierto y conectado al mundo y con elevados índices de desarrollo.

SOJA ZAFRIÑA

La soja zafriña rindió es­timativamente 2.000 kilos por hectárea en los depar­tamentos de Caaguazú y Alto Paraná, según apre­ciaciones de miembros de la Coordinadora Agrícola del Paraguay, CAP.

Hermes Aquino, presiden­te departamental de la CAP en Caaguazú, sostuvo que el rendimiento promedio de la soja zafriña superó a los rindes conseguidos hace cuatro meses con la soja tempranera de la zafra normal.

“Con la soja tempranera hubo rendimientos de 800 kilos por hectárea y esta cosecha de zafriña está mejor”, dijo.

La cosecha avanzó en un 30% en Caaguazú. En vista que el maíz zafriña tiene una baja cotización, los productores volvieron a sembrar soja zafriña, ex­plicó. Sin embargo, tampo­co la soja presenta buenos precios ni se muestra muy atractiva, observó al mis­mo tiempo Blanca Esqui­vel, productora de Edelira, departamento de Itapúa.

SEQUÍA Y ENFERMEDADES

En el norte de Alto Paraná también ya inició la cose­cha de soja zafriña, infor­mó Aurio Friguetto, presi­dente departamental de la Coordinadora Agrícola del Paraguay. Este año tuvie­ron pocas lluvias en marzo y ataques de roya que mer­maron los rendimientos al promedio de 2.000 kilos por hectárea.

“Estamos hablando de 1.200 kilos menos que la zafra normal. No es lo que estábamos esperando. Vi­sualmente tenemos una cosa y cuando entramos con la máquina tenemos algo totalmente diferen­te. Granos chiquitos, no se llegó a llenar la vaina”, co­mentó Friguetto.

Según su experiencia, el costo de producción para controlar el avance de la roya aumentó este año por la expansiva presencia de la enfermedad.

La soja zafriña sigue ga­nando terreno en Para­guay. En el 2014, según las últimas estimaciones de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comer­cializadores de Cereales y Oleaginosas, Capeco; y el Instituto de Biotecnología Agrícola, Inbio, se tuvo una superficie de siembra total de 470.000 hectáreas.

IMPUESTOS

El sector sojero históri­camente no ha contribui­do al Fisco en la misma proporción del tamaño de su sector. No había una correspondencia entre el potencial de recaudación y lo que efectivamente han pagado, de hecho hasta el año pasado te­nían un sistema imposi­tivo diferenciado.

En Argentina la expor­tación de soja en bruto paga 35% de impuesto (gravamen cambiario), además de todos los im­puestos internos. En Paraguay la exportación de soja en bruto no está gravada y, además, los impuestos internos son mucho menores que los de la Argentina.

Fuente: 5 Días