En este marco internacional, Paraguay se constituye en la actualidad como uno de los principales productores y exportadores mundiales de soja y derivados de su industrialización.
La brecha entre un país exportador de granos y uno industrializador disminuye mediante la inversión de importantes empresas que generan valor agregado con el objetivo de obtener mayores ingresos económicos y un mayor impacto social.
Inversiones por más de US$ 400 millones realizaron las firmas asociadas a la Cámara Paraguaya de Oleaginosas (Cappro), empresas nacionales y transnacionales que ya se encuentran procesando en la actualidad.
“Las inversiones que se concretaron fueron por valor de US$ 400 millones que ya están en pleno funcionamiento, todas estas inversiones -fundamentalmente en plantas de extracción- están trabajando plenamente, esperando que las condiciones del mercado ayuden para que podamos llegar a industrializar el 50% de soja del país. Estas inversiones se realizaron en el periodo de un año y medio aproximadamente, las plantas comenzaron a funcionar ya a partir del año 2013”, explicó Óscar Sosa, titular de la Cappro.
AUMENTO DE LA
INDUSTRIALIZACIÓN
Hasta el 2011, el país registraba un nivel de industrialización de alrededor del 20%, de aproximadamente 8 millones de toneladas.
“Lo que respecta al procesamiento de las oleaginosas terminamos un año bueno, hubiésemos deseado que sea mejor pero lastimosamente las coyunturas del mercado no ayudaron a que lleguemos a lo propuesto, las industrias pararon ya en el mes de noviembre y otras inclusive antes.
De cualquier manera, creo que estamos redondeando un año con una industrialización de 3,2 millones de toneladas de soja aproximadamente, y si a eso le sumamos las otras semillas oleaginosas, quizás sean unos 150 mil granos más.
Pero concretamente al producto estrella que es la soja, hubiésemos deseado llegar a los 4 millones, pero no pudimos porque el mercado no ayudó y toda esta zafra estuvimos trabajando con un mercado que no fue favorable a los márgenes de crushing, un mercado muy invertido y que favorecía más a la exportación que a la industrialización”, observó Sosa.
Explicó además que la presente campaña se presenta de muy buena manera, esperando resultados similares a la producción sojera de la zafra pasada.
“Hasta ahora el clima está viniendo muy bien, creemos que si continua así vamos a tener una producción similar a la de este año, o quizás un poco más, pero las variedades tempraneras que se sembraron en agosto fueron muy afectadas por el calor intenso de octubre y también por la falta de precipitaciones. La incidencia de eso no es muy grande, está en torno del 8%. En contrapartida creo que va a ser compensado por el desarrollo de las otras variedades medianeras y más tardías y estimo que la producción va a ser similar”, acotó.
Las exportaciones del complejo soja representan el 70% de las exportaciones de productos agrícolas, y el 41% de las exportaciones totales. Las exportaciones de la industria de soja aportan el 15% de las exportaciones totales.
“Existen muchos proyectos en el sector de industrialización de soja.
Ahora, con las condiciones del mercado -como no está siendo muy atractivo teniendo en cuenta que los commodities en general tuvieron una depresión bastante importante en los precios- entonces es un periodo de tiempo que uno tiene que observar y tomarse el tiempo para tomar una decisión”, puntualizó el titular de la Cappro.
INDUSTRIAS
La industria agroalimenticia es el principal destino de las inversiones extranjeras. En el rubro sojero nacional, los brasileros toman la posta.
El cultivo de la soja se ha desarrollado enormemente en estos últimos años. En la región oriental del Paraguay, el área sembrada de soja presenta una tasa de crecimiento positiva y relativamente alta.
El cultivo de soja se ha desarrollado en esta región en tierras utilizadas antes para la cría y ha tenido como consecuencia el desplazamiento de la hacienda bovina paraguaya a la región del Chaco.
Las principales inversiones fueron generadas por importantes empresas multinacionales que se instalaron en suelo paraguayo.
“En el caso de ADM realizó una inversión de US$ 185 millones para construir e instalar una planta de extracción con una capacidad de 3.300 toneladas por día, capacidad de molienda en la ciudad de Villeta. La otra empresa que tomaron la decisión de invertir en plantas de crushing es la sociedad integrada por Dreyfus, Bunge y Copagra que también se ha embarcado en una inversión de más de US$ 165 millones, invirtiendo en una nueva planta con una capacidad para moler 4.500 toneladas por día. Todas estas instalaciones comprenden puerto de embarque, depósito de almacenamiento y demás.
Paralelamente a eso, en el departamento de Itapúa se realizó una inversión local. Oleaginosa Raatz invirtió en una nueva planta que le permite aumentar su capacidad de 400 que era normalmente a una nueva planta que le permite elaborar -paralelamente a las 400- unas 1.000 toneladas por día, esto comprende una inversión de aproximadamente US$ 20 millones”.
“En el departamento central, específicamente en Capiatá, Conti Paraguay -que es una empresa que cuenta con una historia bastante prolongada ya que tiene más de 62 años de vida- ha decidido cambiar su planta de extracción a una nueva instalación con una inversión en torno a los US$ 10 millones.
En conjunto, las empresas asociadas a la Cappro invirtieron USS$ 400 millones en nuevas instalaciones que nos permiten hoy en día industrializar cerca del 50% de la producción de soja”, finalizó Óscar Sosa de la Cappro.
Fuente: 5 Dias