En el año de una campaña récord de soja que la Bolsa de Rosario proyecta en 59 millones de toneladas, en los cultivos donde se logre el rinde promedio -unos 3 mil kilogramos por hectárea- los productores van a perder plata, según un cálculo que realizó el ingeniero Néstor Roulet, ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, según publicó La Gaceta de Tucumán .
Para llegar a esta conclusión, el trabajo analizó los costos de labranza, los insumos, el valor de la cosecha, el flete al puerto y la carga impositiva que pesa sobre el cultivo. En la campaña que se está trillando, la inversión para producir el cultivo trepó a 818 dólares por hectárea. “Los costos tuvieron un aumento del 150% en dólares en los últimos 12 años”, advirtió Roulet.
Al aumento de la inversión se le contrapone el derrumbe en el precio de la oleaginosa. Con una cotización de 225 dólares por tonelada para mayo, el estudio estima que el rinde de indiferencia que hay que lograr en una hectárea asciende a 3.620 kilogramos, unos 600 kilogramos más que los rindes medios que se vienen logrando, de acuerdo con los informes de la Bolsa de Rosario.
Por esta situación, Roulet estimó que la pérdida rondará el 0,63% con rindes medios. “Lógicamente, en un campo arrendado los números son todavía más negativos, ya que hay que sumar el costo del alquiler”, advirtió.
“El valor de la soja en la actualidad es prácticamente igual al que se obtenía en mayo de 2004. Esta situación produce quebrantos en la rentabilidad del cultivo”, remarcó. “De las últimas 12 campañas, la actual es la única en la que el productor de granos pierde dinero teniendo en cuenta el rendimiento promedio del país”, concluyó.