El sector agroindustrial genera actualmente el 29% del valor bruto de la producción total del país y representa el 62% del valor total de las exportaciones del Paraguay.
El empleo del sector agropecuario representa el 26% de la PEA total del país; y si se tiene que la mano de obra empleada por el sector de industrias manufactureras es el 11% de la PEA, puede señalarse que al menos un 4% de la misma corresponde a las industrias vinculadas directa e indirectamente al sector agropecuario, pudiéndose aproximar, por ende, a una generación de empleo del 30% de la PEA por el sector agropecuario y el sector agroindustrial.
“Nosotros producimos soja y exportamos en bruto el 65% sin elaboración alguna, tenemos una gran potencial de industrializar la soja, lo que dará mucho valor agregado en la medida en que se usa para aves y otros animales, para producir proteína de origen animal y exportar productos más avanzados en la cadena, la idea más grande es que sólo la industrialización es capaz de transformar el país”, apuntó Emilio Ortiz Trepowski, autor del libro Paraguay: potencia agroindustrial para alimentar al mundo, que trata sobre la industrialización de la soja como línea de despegue para el desarrollo de industrias anexas y el inicio de un proceso más amplio de industrialización del Paraguay.
En el marco del Plan industrial que se propone, si las disponibilidades de granos de soja para el periodo estimado experimentaran una recomposición que incremente las proporciones de granos para su industrialización local a fin de alcanzar una participación del 65% en 2023 versus el 35% actual de la producción total de soja, ello implicaría más volúmenes de harina y aceite tanto para su exportación como para su transformación por las industrias anexas de la cadena.
“Se hablan de muchas políticas económicas, las obras públicas… pero sólo la industrialización es capaz de transformar los países. Esa es una demostración de la historia, el libro es una propuesta, nosotros planteamos que el Paraguay inicie su industrialización con lo que ya tiene, no solamente soja, sino también con otros productos agrícolas y aumentar e integrar verticalmente diferentes fases en lugar de exportar productos brutos e integrar más en el país la cadena de valor. Exportar productos más acabados y continuar en el largo plazo con un proceso de industrialización que después gane otros mercados. Así como ocurre con los cableados que son exportados al Brasil, ensamblados de computadoras, que sea un proceso que no agote los bienes agrícolas sino que se expanda a otros sectores”, observó Ortiz Trepowski.
Explicó además que en el libro sobre la agroindustria que se lanza el día de hoy, construyó un escenario sobre lo que arrojaría el desarrollo de la agroindustria en el país.
“Si del 35% de los granos de soja que hoy se muele eleváramos ese porcentaje a 65%, con eso se podría hacer harina de soja y aceite, y si esa harina se mezcla con el maíz se forma balanceados, y esos balanceados sirven para alimentar animales. Con ese fin se lleva la soja a Europa y a China. Si eso se lograse acá en el país -que se puede hacer perfectamente- y ese balanceado lo usáramos en el Paraguay para alimentar y exportar animales en lugar de exportar soja, las exportaciones se multiplicarían por 4; entonces genera mucho más valor, genera empleo.
Tenemos que repensar desde exportar materia prima y exportar bienes industriales, que empiece con lo que ya tenemos que son los bienes agrícolas”, finalizó.
Fuente: http://5dias.com.py/36929-la-industrializacion-de-la-soja-como-linea-de-despegue-para-el-desarrollo