Luego del anuncio que realizó la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), en el que se indicó que el glifosato es un compuesto de alta peligrosidad, con probabilidades de riesgos cancerígenos para los seres humanos. Entidades como la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina ya se han hecho sentir en la región, al punto que hoy gobiernos como los de Brasil, Chile y Colombia están contemplando tomar medidas para la prohibición de la sustancia.
La utilización de glifosato está aprobada en cerca 750 productos destinados a la agricultura, plantaciones forestales y ambientes urbanos, lo que lo convierte en el herbicida más empleado a nivel mundial, según publica el diario La República de Colombia.
En Argentina, Cristina Fernández de Kirchner también ordenó al Ministerio de Salud iniciar una investigación oficial sobre los posibles efectos nocivos del herbicida, ya que el país es uno de los que más se sirve de este compuesto al año, con 320 millones de litros de glifosato con el que riegan más de 28 millones de hectáreas.
En Brasil, la Cámara de Soja señaló que la posible retirada del mercado de glifosato, en el primer año, puede obligar al país carioca a importar más de 30 millones de toneladas de granos. Los líderes de la agroindustria están preparando un documento para mostrar el impacto si el químico es prohibido.
Paraguay aprobó por primera vez el 24 de setiembre de 2012 eventos de biotecnología de maíz MON810, Bt11, TC1507 y MON89034 x MON88017. El maíz se sembró en 1,1 millones hectáreas en 2012/2013 y el 50% o 550 mil eran de biotecnología.
GLIFOSATO EN PARAGUAY
En el país el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) está haciendo en una primera etapa verificaciones de todos los registros de los agroquímicos, teniendo en cuenta que realizan un proceso y seleccionan los productos que posiblemente sean cancerígenos y de aquí a 2 años restringir su ingreso. “Se debe pensar en un plazo de uno a dos años, se saca una resolución, anteriormente los órganos clorados también estuvieron en esa situación, que después de un tiempo se suspendió la importación, comercialización y su fraccionamiento en el país”, indicó Óscar Molinas, jefe del Departamento de Inspección del Senave.
El glifosato es un ingrediente activo del herbicida, “Monsanto tiene registrado en Senave ese producto con un nombre comercial, así también hay otras empresas que tienen productos con glifosato en el país, que comercializan con un nombre comercial”, concluyó Molinas.
El glifosato no es ahora de uso exclusivo de Monsanto. Caída la patente, varias empresas y marcas usan el principio activo para sus herbicidas”.
Según Enrique Lampert, consultor agrícola, los agroquímicos son herramientas de trabajo que ayudan a optimizar la producción nacional. “Los agroquímicos son herramientas de trabajo que tiene el agricultor para solucionar los problemas de producción, sin su uso los rindes van a caer muchísimo, tengo entendido que todos los agroquímicos para poder ser lanzado en el mercado tienen que pasar por muchas pruebas sobre los efectos que tienen en los diferentes organismos y el medio ambiente y tienen que tener una relación positiva y favorable de manera a que puedan ser lanzados”.
Indicó que en el caso que se prohíba el uso del componente en el país, la producción correría con serios problemas. “En el caso que se prohíba el uso del glifosato, hay otros productos, pero no alcanzan realmente a la efectividad de este componente, existe el glifosinato, pero no tiene el mismo espectro que tiene el glifosato y tiene costos muchísimos más altos, es decir que los costos de producción van a subir bastante, va a ser un inconveniente, tenemos que ver qué tan serios son estos estudios y rever la cosa y plantearse alguna sustitución, pero pienso que va a ser difícil”, sentenció Lampert.
Restricción en 2 años
Luego de que la OMS publicara un estudio sobre el glifosato de los agroquímicos que contienen agentes causantes de cáncer, es importante destacar que en el Paraguay unas 120 empresas comercializan (no sólo Monsanto) agroquímicos y herbicidas con glifosato como componente activo, según los datos estadísticos de la Dirección Nacional de Aduanas.
Actualmente el Servicio Nacional de Calidad, Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) se encuentra trabajando para prohibir la importación de productos con posibles agentes que provocan cáncer, esta restricción se daría en 2 años.
Según el Senave las empresas que comercializan herbicidas tienen registros de productos que contienen glifosato y son comercializados en el país.
MONSANTO
Monsanto Co., el gigante agroindustrial estadounidense, enfrenta algunos de sus retos más complicados en muchos años. La conjunción de la decisión de la Organización Mundial de la Salud de catalogar su marca líder de herbicida como un posible agente cancerígeno, el ajuste de costos de los agricultores de Estados Unidos y las críticas de los consumidores a los alimentos biotecnológicos oscurecen el horizonte de la compañía.
El desafío más reciente e importante provino de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), un organismo de la OMS, que la semana pasada clasificó el glifosato –que Monsanto comercializa bajo la marca Roundup– como una sustancia potencialmente cancerígena para los humanos. Esta es la crítica de más alto nivel lanzada contra Roundup, un producto que el sector agrícola de EEUU ha considerado durante décadas como un medio seguro de proteger cultivos y jardines.
Monsanto ha refutado airadamente la clasificación, dada a conocer el 20 de marzo. En una señal de la seriedad con que ha tomado el asunto, la compañía orquestó una amplia campaña en la que convocó a académicos y representantes del sector agrícola para poner en duda el hallazgo, publicaba el Wall Street Journal cuando se dio a conocer que el glifosato contenían componentes que producen cáncer, según la OMS
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