Los agricultores españoles muestran un creciente interés por el cultivo de la soja, grano altamente protéico y esencial como materia prima para la fabricación de los piensos compuestos que alimentan el ganado.
¿Habrá llegado la soja para instalarse en el campo español? Un creciente número de agricultores confían en este cultivo, hasta el punto de que la superficie ha aumentado casi un 60 % en 2015.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), la superficie ha pasado de apenas 800 hectáreas en 2014 a las 1.300 de 2015, aunque el Departamento todavía no ha publicado las expectativas de producción.
En 2013, se obtuvieron 1.500 toneladas de soja -un cultivo de recolección estival-, cifra que escaló hasta las 2.700 toneladas de 2014, según los datos de la organización agraria UPA.
“De momento España sigue siendo un país plenamente dependiente de las importaciones de soja del exterior, y sería muy deseable que nuestro país produjese más soja. Para los agricultores sería una buen alternativa de cultivo y para los ganaderos sería también muy positivo ya que previsiblemente bajarían los costes de los piensos”, explica UPA.
Pedro Gallardo es un agricultor experto en cereales, oleaginosas y proteaginosas, y responsable de estos sectores de Asaja ante el Copa-Cogeca -entidad que adhiere a las organizaciones agrarias y cooperativas europeas- y ante la Dirección General de Agricultura de la Unión Europa (UE). Y un buen conocedor de las oportunidades que ofrece la soja.
Según Gallardo, a pesar de la evolución al alza del cultivo, la soja sigue siendo residual en España, pues no llega ni al 1 % de la producción europea, y se sitúa muy lejos de Italia, el país líder absoluto en la Unión Europea en este sector agrícola.
Italia ha incrementado mucho la superficie en los últimos años y cuenta ya con más de 300.000 hectáreas y un millón de toneladas, aunque también cultivan soja de forma residual Francia, República Checa, Austria o Alemania, explica.
Por su parte, el COPA-Cogeca estima que en la campaña 2015, la UE-28 dispone de 818.900 hectáreas, lo que supone un fortísimo incremento del 45 % respecto a la anterior, con una producción que puede rondar las 2,11 millones de toneladas, el 21,1 % más.
Soja convencional frente a los cultivos OGMs.
Gallardo destaca el interés que tiene la soja en toda Europa donde se utiliza tanto para alimentación humana como en la formulación de los piensos compuestos para animales. Debido a que en Europa se prohíbe cultivarsoja transgénica -al contrario de lo que ocurre en Brasil o EEUU, por ejemplo-, el producto español y europeo podría tener un papel relevante en el futuro para elaborar piensos “orgánicos” dirigidos a las ganaderías ecológicas, apunta el experto.
La producción mundial de soja en 2014 fue de 317 millones de toneladas, un + 12 % respecto a los 283 millones de t del 2013
Hasta el momento, la UE ha sido muy dependiente de las importaciones, hasta el punto de que es el segundo mayor comprador de soja del mundo, con más de 32 millones de toneladas de harina al año, en su inmensa mayoría de naturaleza transgénica.
España está entre los principales importadores de esta proteína vegetal dentro de la UE, con 5,3 millones de toneladas anuales. Según datos de COAG, la soja supone el 60 % de la producción mundial de las principales oleaginosas, concentrándose su producción y exportación fundamentalmente en tres países: EEUU, Brasil y Argentina, que comercializan el 87 % de la exportación mundial.
Fuente: EFE