La Bolsa de Cereales dijo que traerá ventajas y desventajas para las tareas rurales.
En un informe especial sobre clima, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) sostuvo ayer que El Niño, que impactará sobre la campaña 2015/2016, se perfila como “uno de los más intensos ocurridos hasta el presente, al punto de poder superar los fenómenos acontecidos en los ciclos 1982/1983 y 1997/1998, que son hasta ahora los más vigorosos que se hayan registrado con instrumentos modernos”. En función de su impacto sobre las actividades agropecuarias, la BCBA señaló que “se experimentará una combinación de ventajas y desventajas”.
Según el trabajo elaborado para la entidad por Eduardo M. Sierra, especialista en agroclimatología, para la ganadería se prevé una buena disponibilidad de forraje, pero también problemas sanitarios y de piso, causados por los excesos hídricos que se esperan. “Asimismo se darán lapsos prolongados con fuertes calores y alta humedad atmosférica, que estresarán al ganado, perjudicando especialmente la producción lechera. La posible crecida de los grandes ríos pondrá en peligro la veranada en la zona de islas. Los descensos térmicos tardíos provocarán un fuerte estrés a los animales que se encuentran en zonas bajas, anegadas o encharcadas”, detalló la entidad.
En cuanto a la agricultura, y en particular a los cultivos invernales, la Bolsa dijo que el trigo y los demás granos de invierno (como la colza) sufrirán problemas por los excesos en temperatura y en humedad. “Si bien se producirán entradas de aire polar que proveerán frío, entre las mismas se intercalarán lapsos cálidos, que harán perder la mayor parte del frío acumulado, haciendo que este requerimiento bioclimático no logre satisfacerse en forma adecuada. Además, la etapa reproductiva de fines de invierno y comienzos de primavera será afectada en forma negativa por la alta incidencia de enfermedades producida por los excesos de temperatura y de humedad, así como por la posible ocurrencia de tormentas de granizo”, indicó la BCBA. Y agregó que la cosecha y los trabajos de acondicionamiento, almacenaje y transporte “serán obstaculizados por las fuertes lluvias esperadas hacia la segunda mitad de la primavera. El girasol, por su carácter de cultivo de verano temprano y por su susceptibilidad a enfermedades, sufrirá problemas parecidos”.
Acerca de los cultivos estivales, el reporte elaborado por Sierra destaca que por su buena respuesta a condiciones de calor y humedad, “el maíz y la soja responderán bien a las condiciones esperadas. No obstante debe preverse una fuerte presión de malezas, plagas y enfermedades. Asimismo se dará el riesgo de tormentas de granizo”. También para estos cultivos, las tareas de cosecha, acondicionamiento, almacenaje y transporte serán obstaculizadas por las fuertes lluvias que caracterizan la presencia de El Niño.
Pese al impacto que tendrá el fenómeno, la BCBA advirtió que por el momento “no cuenta con evidencias suficientes para sostener que se trate de un episodio extremo, con consecuencias catastróficas. Prueba de ello es que ni la India ni Australia, que suelen ser los países más afectados negativamente por El Niño, presentan síntomas de sequía severa, tal como suele suceder en los episodios típicos”.
Fuente: La Nación – Argentina.