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Lluvias y otro ánimo en la producción

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Lluvias y otro ánimo en la producción

Foto: Archivo

Guillermo Crampet | Valor Agro

Cambió el paisaje, cambió el ánimo del productor. En pocas semanas el poder de la lluvia impulsa al sector agropecuario, y lo que parecía un comienzo de año difícil, podría experimentar un cambio importante, en especial en la agricultura y con buenos efectos para la ganadería de carne y leche.

ypoti

Recorrer las rutas de la zona norte de la región Oriental es sinónimo de campos verdes, mientras la producción ganadera se encuentra por estas horas con mercados más robustos y la agricultura se proyecta con una zafriña de maíz que podría estar entre las mejores de muchos años.

La Expo Canindeyú expresó todo lo opuesto a lo que uno se podía imaginar, más considerando que el cierre de la última zafra de verano se posicionó entre las peores en la historia por los magros rendimientos en soja a causa de las altas temperaturas y el déficit hídrico. “Prácticamente no hubo rendimientos, vimos pasar una muy buena oportunidad de captar excelentes precios”, comentó un agricultor que participó de la exposición.

Sin embargo, y mientras la lluvia predominaba en la Paloma y en gran parte del territorio nacional, el estado de ánimo estaba colmado de optimismo. “La zafriña viene muy bien, el mes de mayo será clave para consolidar o frenar el proceso de producción”, dijo Celito Cobalchini, integrante de la Regional Canindeyú.

Aunque la presentación de los resultados de la última campaña de verano y las proyecciones de la zafriña se van a comunicar después de Semana Santa, empresas dedicadas a la elaboración de dietas para la ganadería esperan una mayor oferta de maíz, y agricultores se animaron a anunciar una producción que duplique a la temporada anterior, siempre y cuando no se desarrollen heladas tempranas, con cifras aproximadas a 8 millones de toneladas.

Un buen volumen de maíz significa una reducción de precio para el alimento del ganado. “Ya se pueden captar mejores valores de compra que, acompañado de la recuperación del mercado gordo, permite que la ecuación del productor vaya mejorando”, comentó un técnico en ganadería que asesora a feedlots en el país.

De acuerdo a los confinadores, el precio de venta del ganado gordo debería estar entre US$ 3,50 y US$ 3,70 para recuperar la inversión. Al cierre de la semana, el valor promedio del macho se ubicó en US$ 3,80 por kilo carcasa, y con operaciones puntuales que obtuvieron más centavos.

Al mismo tiempo, en los últimos remates de invernada quedó demostrado que se camina por un año donde van a faltar terneros, además de un mayor interés por hembras calidad que logran empardar o mejorar los precios de los machos, ya que muchos ganaderos ven a la cría como un eslabón que tiene años dulces.

El stock de vacunos bajó 2,8% hasta 13,5 millones, todavía no se conoce el comportamiento por categorías, pero la faena refleja la entrada de menos hembras a frigorífico y el mercado de reposición un mayor interés por vientres, con preferencia a productos de buena genética, para poblar los establecimientos pecuarios.

El Gerente General de Granusa comentó en una entrevista a Valor Agro que los cambios del clima están modificando la dinámica de entrega de animales gordos, y hoy los productores están mirando la llegada del invierno con lluvias, pasto en la estancia y hacienda que debe sumar kilos para llegar con el peso adecuado a las plantas.

Esta realidad, según dijo, permite proyectar seis meses de precios firmes para el ganado gordo, y aconsejó planificar rápidamente las estrategias para los próximos ciclos productivos.

Es que a pesar de la baja significativa en las exportaciones a Rusia en marzo, las ventas al exterior siguen mostrando firmeza en los primeros tres meses del año, con una menor venta de carne (sin olvidar que el 2021 fue histórico), pero una mejor captación de precios. Seguramente, la baja de los envíos no esté relacionada a la demanda global, sino a la menor oferta de materia prima para las industrias.

Las proyecciones internacionales son claras en que la oferta de carne no logrará abastecer a la demanda, mientras los países de la región también completaron el primer trimestre con buena performance de exportación y mercados al alza.

El desafío está planteado a futuro, con una demanda global de carne presente y nuevas industrias que van a competir por hacienda, en un marco de índices productivos promedios que son bajos y una seguidilla de años con reducción del stock.