Los sistemas de integración ganadera, agrícola y forestal están adquiriendo un protagonismo creciente en el país y en la búsqueda de lograr resultados, es crucial apostar por la eficiencia en la nutrición, la cual forma parte de los pilares fundamentales en el esquema productivo. Tal es así que el Coordinador de la línea de Pasturas del Grupo Covepa e Ingeniero Agrónomo M.Sc., Diego Bao, explicó a Valor Agro que la integración sin suplementación y sin nutrición no puede dar lugar a una integración total.

Manifestó que en la actualidad están trabajando con varios clientes en el proceso de integración de la agricultura pecuaria y forestal, y están obteniendo resultados interesantes desde el punto de vista de la productividad.

En cuanto a cómo observa el desafío del país en ese proceso de intensificación y búsqueda de sinergias con la agricultura y la forestación, mencionó que tienen experiencias muy interesantes en la integración de agricultura y ganadería en suelos bajos de arroz en la zona de Misiones.

Comentó que en estas experiencias han tenido un “éxito” importante en cuanto a la rentabilidad de ambas actividades, donde se encuentra una sinergia importante entre el ciclo productivo pecuario y agrícola. Además, mencionó que también incluyen varios cultivos, tanto de secano como de agua, y el sistema pecuario en medio, como una “especie de colchón”, para cortar los ciclos de plagas y enfermedades de estos tipos de cultivos.

“Como digo, la suplementación en este tipo de integración marca la diferencia y puede llevar a aumentos en la rentabilidad, pasando del 10 al 12% con la ganadería bien gestionada a rentabilidades cercanas al 30%. Sin duda, este es el camino, y la nutrición es una parte fundamental de la interacción”, indicó el Ingeniero Agrónomo M.Sc.

Por otro lado, al ser consultado a Bao si planificar y ver el negocio en ciclos de tres a cinco años, acompañado de asesores, puede marcar la rentabilidad en el esquema económico de cada establecimiento, afirmó que sí.

Añadió que pensar en la integración a corto plazo es tirarse una bala al pie, sin duda hoy se habla mucho en todo el esquema productivo de la sostenibilidad y la sustentabilidad. La integración se orienta hacia dos puntos: producciones sustentables y sostenibles, dejando un legado para las generaciones futuras.

“Desde el punto de vista de la ecología, este tipo de trabajo de integración tiene resultados muy importantes en cuanto a la captación de carbono y emisión de CO2. Todo ese aspecto, desde el punto de vista de la integración, debe ser considerado a mediano plazo”, amplió.

En cuanto a cuándo debe invertir el productor dentro de su esquema tradicional para lograr un aumento de la rentabilidad, Bao detalló que, independientemente de la inversión que se realice en la integración, el productor debe cumplir con los costos fijos que posee. Esto incluye la depreciación de máquinas, el pago de salarios y los impuestos. Un aumento del 35% en el costo de la inversión puede impactar significativamente en la producción a medio o largo plazo.

“Haciendo una inversión del 30% o más por encima de su costo normal, el productor puede recuperar esa inversión en un plazo de 3 a 4 años con un proyecto bien gestionado y una planificación adecuada en las tres líneas: pecuaria, agrícola y, dentro de la pecuaria, la intensificación y la suplementación son procesos que uno debe cumplir sin excepción en la planificación de la integración”, destacó.

Temporada seca a lluvia. Respecto a cómo se maneja el proceso de transición de la temporada seca a la lluviosa en el esquema productivo, Bao explicó que un error común que cometen los productores es pensar que cuando comienza la lluvia, se resuelve el problema. Aclaró que cuando llueve, el problema está en la mitad y uno de los principales errores y causas de la degradación de las pasturas es dejar de invertir en suplementación, manejo y fertilización cuando llueve.