Estas leyes, promulgadas a partir de los decretos 20 y 21, fueron creadas por el Ministerio de Agricultura , Ganadería y Pesca del vecino país, y sancionadas en diciembre pasado.
La Ley 27.076, crea un programa con fondos por 10 millones de pesos para el fomento y desarrollo de la producción de Búfalos de agua, en tanto la ley 27.066 habilita un presupuesto de 100 millones de pesos y apunta a la creación del Régimen de Promoción de la Ganadería Bovina en Zonas Áridas y Semiáridas en el marco del Plan Federal del Bicentenario de Ganados y Carnes del MINAGRI. “El objetivo de la misma es lograr la mejora de la productividad y la modernización de los sistemas de producción, de transformación y comercialización”, dice el comunicado oficial.
Por otra parte, no se delimita en esta comunicación a qué se considera zona árida o semiárida del país, por lo que se desconoce el alcance que tendrá la ley y el impacto que pudiera tener en las regiones ganaderas del país. Desde ya que la provincia de Buenos Aires en su cuenca del Salado (principal área pecuaria del país), que fuera gravemente afectada por las inundaciones de primavera, no está incluida en esta categoría.
En el comunicado se incluyen declaraciones del secretario de Agricultura referidas a estas leyes, que verdaderamente llaman la atención: “es fundamental seguir fortaleciendo el desarrollo de la ganadería en zonas áridas para generar empleo e innovación en lugares que no son favorecidos por las condiciones climáticas» y remarcó: «La importancia que esto tiene para muchas de nuestras provincias, por eso la presencia de un Estado activo que busque seguir incentivado la producción de carne y el arraigo de las poblaciones rurales es imprescindible».
El comunicado afirma además que estas leyes buscan “incrementar en las zonas áridas y semiáridas de todo el territorio nacional la oferta de productos y subproductos de la ganadería bovina de carne para abastecer adecuadamente al mercado interno y externo, tanto en calidad como en cantidad, mejorando la eficiencia productiva, los sistemas comerciales, de información y la competitividad del negocio de productos y subproductos de las especies bovinas, preservando los equilibrios ambientales de estas regiones”.
Fuente: nuestro agro - ar