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“Me inicié en ganadería porque me gusta este estilo de vida”

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“Me inicié en ganadería porque me gusta este estilo de vida”

Con una visión que va más allá de un negocio rentable y con grandes oportunidades en el mercado internacional, Luis Enrique Villasanti, presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), define a la ganadería como un estilo de vida que le genera paz y tranquilidad y lo hace partícipe de un sector tan necesario en el mundo, que es la producción de alimentos.

El empresario ganadero destacó que el rubro tuvo una gran evolución en el tiempo para ser totalmente profesional actualmente, lo que le permite ser uno de los principales eslabones de la economía nacional.

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-¿ Cómo se inició en la actividad pecuaria?

-Me inicié en la ganadería porque sentí un llamado y porque a mí me gusta este estilo de vida; porque antes de ser un negocio financiero la ganadería es un estilo de vida que implica querer al campo, a los animales y sentirse enamorado de la naturaleza que tenemos en el país. A mí me marcó el hermoso amanecer y ver a los animales pastar en el campo, eso no tiene precio.

-¿ Qué cambios observó en la actividad en todos estos años?

-Cuando comencé en la actividad, hace 43 años. la ganadería era totalmente otra. Era una ganadería de antaño, sin mucho cuidado de pasturas, era todo al natural, había una técnica genética nula y no existían rutas. Por ejemplo, yo tardaba 12 horas par llegar a un campo que estaba a 90 kilómetros de distancia.

Sin embargo, cambió el Paraguay, cambió el mundo y cambió la ganadería. Hoy en día se utiliza mucha genética mejorada, inseminación artificial, inseminación a tiempo fijo, se usan pasturas mejoradas, se cuidan las rutas y lo más importante es que cuida la naturaleza. Hoy en día la ganadería es totalmente profesional.

-¿ A qué atribuye las claves de éxito en una actividad?

-Ajustar bien, tener buenos programas y confiar en los técnicos. En la actividad dependemos mucho del clima y hay que ser cada día más eficientes y tener una unidad cada vez más excelente.

-¿ Qué recuerdos tiene de la ganadería de antaño?

-Antes se vivía más honestamente. Los ganaderos vivían más cerca del personal, era otra vida, muy linda y a la que se anhela volver. Había paz, tranquilidad y lo más importante no había envidia. Sin embargo, hoy veo con tristeza que hay un odio sin sentido hacia el ganadero.

-¿ Cuál es el lugar que ocupa hoy en día el sector ganadero?

-Para mí la ganadería es un pilar fundamental del país y ocupa el primer lugar; no por la cantidad de dólares que ingresa, sino por la proyección laboral que tiene. Estamos prácticamente en el mismo nivel que la parte de energía y de los granos porque toda la cadena pecuaria mueve alrededor de US$ 4.000 millones.

-¿ Visualizan algunas debilidades?

-Hay muchas debilidades en el sector pero también tenemos muchas fortalezas para vencer a esas debilidades. Tenemos que tener en cuenta que nos esperan años difíciles, el mundo está en un proceso cíclico normal que se llega a un tope y luego empieza a bajar. Nos está tocando un momento difícil pero con la fuerza y con la fe vamos a superar todos los inconvenientes.

Hay gran dificultad en la parte económica. Los ganaderos no están pudiendo cancelar sus cuentas y el precio del ganado está en un nivel muy bajo. Todo esto afecta a las inversiones, por ejemplo no se compran tractores nuevos. También sigue la inseguridad en muchas regiones del país.

Dependemos de los vientos que soplan del Brasil y la Argentina; si Brasil estornuda a nosotros nos agarra pulmonía. Es un mercado de más de 200 millones de habitantes que influye decidida y categóricamente en la economía de nuestro país. Pese a todo seguimos avanzando, no a los valores que queremos pero seguimos creciendo. Están dadas las condiciones que en un plazo mediano se recupere el sector.

En el sector agropecuario tenemos la ventaja de tierras buenas y hay una explotación mixta entre agricultura y ganadería.

– En el aspecto económico ¿A qué debe apuntar el país?

-El país debe seguir con ajustes. Se debe erradicar la corrupción, ser más honestos y trabajar mejor. Hay que vencer esta falta de cultura, hay que ser más educados, hay que abrirnos al mundo, hay que hablar los idiomas del mundo globalizado, mirar en el futuro.

Fuente: La Nación