El experto en Latinoamérica del BM ironizó sobre el comportamiento diferente de la economía local respecto del de la región y destacó que no sufre «la ansiedad» que afecta a los demás países de América Latina.
Paraguay es un país que siempre se comporta diferente a la región, ironizó Augusto De la Torre, economista en jefe para Latinoamérica del Banco Mundial, consultado sobre el escenario que se plantea para el país, considerando las condiciones menos favorables para las economías latinoamericanas.
«Paraguay no está compartiendo los problemas de sufrimiento y ansiedad que otras partes de la región», afirmó De la Torre, en el marco del informe denominado La desaceleración y sus retos macroeconómicos, en el marco de las reuniones de Primavera del FMI-Banco Mundial.
A diferencia de gran parte de las naciones del continente, Paraguay cuenta con un crecimiento económico importante (segundo en Sudamérica) y una inflación por debajo de la meta fijada por el Banco Central, además de contar con reservas internacionales para afrontar shocks.
El Banco Mundial anunció que América Latina deberá «acostumbrarse» a un crecimiento más lento, teniendo en cuenta que el escenario de fuerte expansión económica se va disolviendo. «La región interpretó que la desaceleración sería temporal, pero ya llevamos cuatro años –desde el 2012–», declaró.
Crecimiento. El economista afirmó que Paraguay es un país que está registrando tasas de crecimiento bastante altas y que está en un proceso muy auspicioso.
Destacó que la economía paraguaya cuenta con riqueza de energía renovable, lo que lo puede convertir en un abastecedor de energía de su región, registra una tremenda productividad y potencial agrícola, aún está poco poblado y no experimenta grandes presiones inflacionarias.
«Las fronteras de expansión son muy grandes», enfatizó De la Torre.
No obstante, consideró que Paraguay tiene que resolver el problema de cómo exportar sus productos, teniendo en cuenta que no tiene salida al mar, lo cual se vería paliado con el fortalecimiento de la infraestructura.
Y es que el Banco Mundial pronostica un crecimiento más lento para la región. «El crecimiento de la década de los 2000 difícilmente se repetirá, a menos que la región adopte reformas enérgicas a favor del crecimiento», apunta el informe.
«A la falta de reformas estructurales a favor del crecimiento, esta situación apunta a una desaceleración también permanente en el crecimiento económico de la región, con tasas que serían insuficientes para promover cualquier tipo de avance social significativo», señaló De la Torre.
El organismo multilateral señala que las economías cuentan con poco margen para aplicar políticas monetarias o fiscales para llevar adelante políticas contracíclicas, por lo que se deben evaluar detalladamente cuáles serán los procedimientos para incentivar las economías, pero sin afectar a la inflación o al gasto público.
Con respecto a si Latinoamérica aprovechó o no la década de bonanza, Augusto De la Torre manifestó que se optimizó el marco de política monetaria, con lo que LAC posee ya menor vulnerabilidad a los shock externos; asimismo, indicó que se ha modernizado la producción y la distribución de la riqueza que generan la producción de materias primas, principalmente las agrícolas, las que ya tienen mayor valor agregado; sin embargo, lamentó que no se hayan hecho las suficientes reformas en otros ámbitos como salud, educación, infraestructura, tributarias en un momento de vientos favorables.
Fuente: Ultima Hora